Luis Inácio Lula da Silva permanece detenido en Curitiba mientras miles se movilizan en Brasil por la libertad del ex presidente. Una de las campañas en favor de Lula apunta a que se le conceda el Premio Nobel de la Paz. De momento, unas 252 mil personas firmaron una petición.
La campaña es motorizada por, justamente, un Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, premiado en 1980. Entre los fundamentos para sostener la candidatura de Lula al Nobel están las políticas sociales que en sus dos presidencias sacaron de la pobreza a 30 millones de brasileños: Bolsa Familia y Hambre Cero.
Pérez Esquivel, titular del Servicio de Paz y Justicia y referente de los derechos humanos en la Argentina, destacó la lucha contra el hambre desarrollada en los ocho años de gobierno de Lula y escribió una carta al Comité Nobel a Oslo. "El Gobierno de Lula construyó de forma democrática y participativa un nivel elevado de vida de la población y dio esperanzas a los sectores más necesitados", apuntó el argentino, quien ayer estuvo en un acto de apoyo a Lula junto a integrantes del Parlasur en Montevideo.
No sólo él admite el cambio que vivió Brasil con Lula: también la FAO, el programa de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y el Banco Mundial reconocieron el impacto positivo de las políticas sociales que tuvieron lugar en los años del Partido de los Trabajadores en el gobierno, en los que el desempleo bajó el 50 por ciento por año.
Lula cumple condena a 12 años y un mes de cárcel por la supuesta adquisición fraudulenta de un tríplex en San Pablo. El juez Sergio Moro lo mandó a la cárcel en una medida controvertida que despertó críticas por no haber pruebas concluyentes contra Lula.
Hace una semana, Pérez Esquivel quiso visitar al ex presidente en la cárcel, pero Carolina Lebbos, jueza federal de Paraná, impidió el encuentro, mientras los adherentes al líder del PT denuncian que todo el proceso fue ilegal para sacar a Lula de la carrera electoral.