3 Defensa y Justicia: Unsain; Molina, Barboza, Martínez, Almeida; Bareiro, Cubas, Pochettino; Rius, Bordagaray, Tijanovich. DT: Juan Pablo Vojvoda.

1 Central: Ledesma; Ferrari, Tobio, Martínez, Parot; Gil, Ortigoza, Pereyra, Carrizo; Lovera, Ruben. DT: Leo Fernández.

Goles: PT: 7m Pochettino (DyJ), ST: 23m Bordagaray (DyJ), 40m Rius (DyJ), 44m Herrera (C).

Cambios: ST: 14m Herrera por Pereyra (C), 24m Miranda por Pochettino (DyJ), 25m López Pissano por Ortigoza (C), 28m Kaprof por Bordagaray (DyJ), 32m Camacho por Lovera (C), 42m Cristaldo por Rius (DyJ).

Árbitro: Ariel Penel.

Cancha: Defensa y Justicia.

 

No tiene rumbo Central. El canaya sumó su tercera derrota consecutiva, esta vez sin atenuantes ante Defensa y Justicia. El equipo rosarino no muestra resistencia ni reacción como para superar el momento. Tras la caída, renunció Leo Fernández.

De entrada arrancó abajo en el marcador Central. Tobio se distrajo y cometió una falta en la puerta del área, que luego Pochettino convirtió de tiro libre por medio de un exquisito remate. Hasta entonces, Defensa había sido más prolijo y certero en el trato de la pelota. El local es un equipo con muchísima dinámica, fruto del buen trabajo del ex Newell's Vojvoda.

Pero Central pudo recuperarse cuando Ortigoza se adueñó de la pelota. El canaya comprendió que crecía de la mano del eficiente manejo que hacía el ex San Lorenzo. El volante metió varios pases gol en un puñado de minutos, que ninguno de sus compañeros supo aprovechar. Pero sirvió, al menos, para empardar las acciones y adormecer al vertiginoso Defensa. No encontró socios Ortigoza, y ahí estuvo el principal déficit.

 

Fotobaires
Ferrari intenta parar un ataque. El equipo rosarino tiene fallas en todas las líneas.

 

Los de Fernández no sostuvieron la supremacía, cayeron presos de sus titubeos y cuando Defensa recuperó la memoria, tuvo poco que hacer. El local reguló y en el último cuarto de hora volvió a apretar el acelerador. Pochettino estuvo cerca con otro remate de lejos y Bordagaray erró a unos metros del arco. En el trato de la pelota, los de Vojvoda eran infinitamente más veloces que los canayas.

Nada cambió en el epílogo. Defensa intensificó su presión y se impuso aún más, pero Ledesma emergió para mantener la desventaja mínima. Central no hacía pie y era ampliamente superado. Jugado por jugado, en la cancha y en su puesto de entrenador, Fernández metió al delantero Herrera y sacó al volante Pereyra.

No es solo de juego el problema de Central, también es de individualidades. Tiene fallas en todas las líneas. Ledesma respetó ese presente y cometió un error garrafal para permitirle el segundo al local. Recibió apretado, pero demoró en rechazar y Bordagaray aprovechó para convertir, aunque no celebrar por su pasado auriazul. Se cerró la persiana del partido con el segundo de Defensa.

Sonó a fin de ciclo el gol. Central tenía más ganas de irse de la cancha que pelear por el descuento. Lejos de abroquelarse, Defensa apretó aún más para acrecentar así las diferencias entre ambos. Llegó el tercero de la mano de Rius y ya era goleada. Descontó Herrera sobre la hora, para cumplir, pero la cosa ya estaba juzgada. El resultado, la actualidad de Central y el rol de Fernández. No hay futuro así.