A solo un día de su visita a Buenos Aires y luego de los reclamos por nepotismo planteados por la oposición de su país, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, finalmente dio marcha atrás en la designación de su hermano como embajador en la Argentina. "Me he reunido hoy con mi hermano Pablo para comunicarle que he desistido de dicho nombramiento" y que "ya hemos iniciado las gestiones para la designación” de otro embajador, informó.
Piñera sabía que su hermano no reunía los requisitos de la Contraloría General de Chile, que frenó el nombramiento y dio un plazo de seis meses para dar un veredicto final, pero igualmente lo postuló. En un comunicado reconoció que ese nombramiento no era “compatible con los tiempos estimados e informados por la Contraloría” pero dejó claro su “convencimiento de que, en el mejor interés de Chile, el nombramiento del Embajador de Chile en Argentina es urgente”.
“Reitero mi convicción que Pablo Piñera reúne todas las condiciones necesarias para ser un buen embajador de Chile en Argentina y cumple con todos los requisitos legales para ser designado en dicho cargo”, insistió el mandatario en el mismo texto en que confirma que “he desistido de dicho nombramiento”.
En su opinión, a pesar de que el nombrado es su hermano de sangre, “no ha existido ningún acto de nepotismo ni mucho menos, descuido del interés público, pues su nombramiento no obedecía al hecho de ser mi hermano ni a ningún interés particular, sino solo a un legítimo interés público”.