Con un triplete de Lionel Messi, Barcelona se coronó ayer como campeón del campeonato español, a falta de cuatro partidos por jugar. Fue triunfo como visitante 4-2 sobre Deportivo La Coruña (que con este resultado descendió a la Segunda División) para quedar a una distancia irremontable de 11 puntos sobre su escolta, Atlético de Madrid, que ya jugó 35 partidos (sobre 38). El equipo dirigido por Diego Simeone –que tuvo en el arco por primera vez al rafaelino Axel Werner y sufrió la expulsión del rosarino Angel Correa– superó a Deportivo Alavés como visitante por 1-0, pero terminó por sufrir la irregularidad de las últimas jornadas donde obtuvo sólo 11 puntos de 24 posibles.
El elenco catalán conquistó así su vigésimoquinto título de Liga y el séptimo en los últimas diez años. Los únicos dos que pudieron romper esta hegemonía fueron Real Madrid, la temporada pasada y la 2011/12, y Atlético de Madrid, en la 2013/14. Además, fue la octava ocasión que Barça se queda con el doblete español (Liga y Copa del Rey). Fuera de competición continental por la inesperada eliminación en Champions League frente a Roma, tras estar tres goles arriba en la serie de cuartos de final; el siguiente reto para los conducidos por Ernesto Valverde será el de finalizar el campeonato doméstico de manera invicta. Hasta ahora, suman 26 victorias y 8 empates.
Con sus tres goles, el rosarino alcanzó los 32 tantos en el torneo con lo que supera por uno a la sensación egipcia Mohamed Salah, de Liverpool, en la disputa por el botín de oro al máximo artillero de las ligas europeas. El capitán argentino no sólo es el goleador del campeonato español (donde su más inmediato perseguidor es Cristiano Ronaldo, de Real Madrid, con 24) sino que también lidera en el rubro de asistencias, con 12, seguido de Luis Suárez, quien suma nueve.
Y fue el uruguayo quien le brindó los tres pases gol frente a La Coruña, para que Messi marque su tercer triplete de la temporada. De los tantos, el especialmente destacado fue el segundo. A los 82 minutos, el número nueve y el diez tocaron en el área chica como si fuese un partido de fútbol cinco, y le devolvieron la ventaja a los catalanes. Hasta aquel momento, el conjunto gallego dirigido por el holandés Clarence Seedorf –que contó con el ingreso en el segundo tiempo del santafesino Federico Cartabia– sorprendía tras haber remontado un resultado que lo encontró dos goles abajo en el primer tiempo. El otro tanto catalán, el primero del partido, lo marcó el brasileño Philippe Coutinho.
Sobre el final, Valverde mandó al campo de juego a Andrés Iniesta, en su última estancia con Barcelona ya que la próxima temporada jugará en China. Y, a pesar de que se consumaba el descenso del elenco dueño de casa, el estadio Riazor se levantó para aplaudir al mediocampista de 33 años que, entre muchos logros, marcó en 2010 el tanto que le dio la primera Copa del Mundo a España. Al igual que Messi, el volante oriundo de Albacete conquistó ayer la novena liga de su carrera, lo que hace un total de 32 títulos con la camiseta azulgrana, convirtiéndose en los más ganadores en la historia de la institución fundada a fines del siglo XIX. Además de las nueve ligas, el palmarés de ambos suma siete Supercopas de España, seis Copas del Rey, cuatro Champions League, tres Mundiales de Clubes y tres Supercopas Europeas.
Para consumar su festejo, Barcelona recibirá el próximo domingo a su clásico rival Real Madrid. Cinco días antes, el conjunto madridista definirá una de las semifinales europeas frente a Bayern Munich como local (2-1 para los españoles en la ida). Quedará por verse si los de Zinedine Zidane llegarán una vez más finalistas de Europa al Camp Nou, para saber si la fiesta catalana será completa o no.