Charly García no defraudó a quienes en cuestión de minutos agotaron las entradas cuando anunció que se presentaría en el teatro Gran Rex. Allí mostró anoche un soberbio repertorio con el rescate de algunas de sus joyas y una performance personal, y a nivel grupal, menos prolija pero más suelta que la mostrada en febrero en el Coliseo, con lo que el concierto ganó en intensidad y sorpresa, un terreno en el que Charly se mueve con comodidad.
Durante todo el show el músico pareció mucho más comunicativo y con algunas muestras de su particular chispa, lo cual también derivó en una gran interacción con la devoción del público que colmó el teatro y celebró cada canción y cada movimiento del protagonista.
Además del rescate de clásicos de su repertorio, la noche contó con otra gran sorpresa que fue la presencia del legendario Billy Bond, su gran mentor en los inicios de su carrera, como invitado especial, quien rompió un silencio de décadas de los escenarios porteños para interpretar junto a García la casi incunable “Loco, no te sobra una moneda”.
Entre los temas que formaron parte del listado de canciones se destacaron los ya infaltables “Cerca de la revolución”, “Fanky”, “Rezo por vos”, “Me siento mucho mejor”, “Demoliendo hoteles”, “Los dinosaurios” y “Pecado mortal”; y el rescate de joyas como “No soy un extraño”, “Reloj de plastilina”, “Fax U”, “Promesas sobre el bidet”, “Yendo de la cama al living” e “Instituciones”, composición de Sui Generis y única pieza que no forma parte de su etapa solista.
Charly tocó también algunas canciones de “Random”, su último disco, como “La máquina de ser feliz”, “Otro”, “Rivalidad” y “Lluvia”, las cuales ya fueron incorporadas por el público como clásicos de Charly; y temas del “maldito” registro “Kill Gil”, como “King Kong”, “In the city that never sleeps” y “No importa”, las únicas que paradójicamente no son tan reconocidas por la gente.
La puesta en escena fue la misma del recital de hace unos meses, con una torre de energía en el centro del escenario y una pantalla que reproducía videoclips de canciones; imágenes de algunos clásicos del cine, como la primera versión de “King Kong” y “Los productores” o “Toro salvaje” de Martin Scorsese; recuerdos de los diferentes escándalos públicos protagonizados por Charly o, simplemente, rayos que simulaban ser capturados por la torre.
“Bienvenidos a la torre de Tesla”, se escuchó decir a García cuando pasadas las 20.50 se abrió el telón, al ritmo de los primeros compases de “Soy un extraño”, en la primera gran emoción de la noche. Luego bromeó: “Decían que estaba acabado, que ya no podía componer más.”
Una vez más acompañaron a García el tecladista Fabián “El Zorrito” Quintiero; la corista Rosario Ortega; y los chilenos Toño Silva, en batería; Carlos González, en bajo; y Kuige Hayashida, en guitarra, quien se destacó a nivel solista con varios solos y pareciera ser el más beneficiado con la mayor libertad que encontró la banda en este concierto.