Los directivos del Banco Central confían que la suba de las tasas de interés dispuesta el viernes pasado alcanzará para desarmar las tensiones cambiarias que llevaron la cotización del dólar hasta los 20,90 pesos. Pero si las señales no fueron suficientes para contener las expectativas de devaluación, la entidad encabezada por Federico Sturzenegger está dispuesta a continuar vendiendo reservas internacionales o incluso validar mayores subas en las tasas de interés que reactiven el atractivo para las operaciones de “carry trade”. La plaza financiera y cambiaria retomará hoy las actividades después de un parate forzado por el fin de semana largo. 

La semana pasada la autoridad monetaria se desprendió de 4343 millones de dólares, equivalentes al 7 por ciento de las reservas internacionales, para frenar la escalada en la cotización de la divisa y limitar el impacto inflacionario de la corrida. Desde el Poder Ejecutivo anticiparon, sin embargo, que los movimientos en el tipo de cambio continuarán. El titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne, desestimó el peso de la suba acumulada la semana pasada al afirmar que “los argentinos no estamos acostumbrados a la flotación pero 30 centavos en una semana, el 1,5 por ciento, no es nada”. 

La reacción del mercado y la respuesta oficial se conocerán a lo largo de los próximos días pero las tensiones observadas a lo largo de la última semana ya repercutieron en la economía real. Distintos empresarios dieron cuenta de aumentos de entre  25 y 50 por ciento en insumos de la producción, en medio de un clima de incertidumbre en el que, además, se acortan los plazos de financiamiento. En la industria de la alimentación la harina adquirida directamente a los molinos, que ya sumaba un aumento del 100 por ciento en lo que va del año, no se entrega hasta que se defina un nuevo precio que sería, como mínimo, un 40 por ciento superior. Los distribuidores de margarinas y grasas comestibles informaban ayer por la tarde a sus clientes que las entregas a partir del lunes llegarán con un 40 a 50 por ciento de aumento. Otros insumos, como huevo pasteurizado, con el aumento de esta semana acumuló un 75 por ciento en tres meses. Una de las características del actual modelo de apertura es que se dolarizaron las cadenas de producción. Los productos importados, los derivados de bienes exportables, los que compiten con los importados, todos se ajustan cuando se agita el mercado cambiario.

Domar la corrida no será inocuo para el BCRA. El stock de reservas que Sturzenegger construyó aspirando los dólares del endeudamiento y la llegada de capitales especulativos le otorga margen de maniobra para evitar movimientos bruscos en el tipo de cambio que impacten todavía más sobre la inflación. Cualquiera sea la estrategia oficial –tasas de interés o vender reservas– el resultado será la profundización del déficit en el frente externo que enciende señales de alarma sobre la economía argentina.