La empresa que aprovechó la mayor falla de seguridad de Facebook decidió cerrar sus puertas tras el escándalo por el cual Mark Zuckerberg tuvo que declarar ante el Congreso de los Estados Unidos y ante el Parlamento británico.

La firma del Reino Unido, contratada por el actual presidente estadounidense durante su campaña electoral y que manipuló la información de más de 50 millones de votantes, inició el “cese de sus operaciones”, y defendió sus actividades, a las que calificó no solo como legales, "sino también ampliamente aceptadas como un componente estándar de la publicidad on line, tanto en la órbita política como en la comercial".

La consultora Cambridge Analytica obtuvo en 2014 la información de más de 50 millones de usuarios de Facebook en Estados Unidos y la usó para construir un programa informático destinado a predecir las decisiones de los votantes e influir en ellas, según denunciaron hace dos meses los diarios The London Observer y The New York Times. Su aplicación Thisisyourdigitallife ofreció una prueba de predicción de personalidad, amparándose bajo la fachada de "una aplicación de investigación". La empresa combinaba el análisis de las personalidades de los usuarios con los datos demográficos para predecir el comportamiento colectivo, datos sumamente útiles para desarrollar técnicas de apoyo a la campaña proselitista del ahora presidente Donald Trump. 

Cambridge se deberá declarar insolvente en Gran Bretaña y en Estados Unidos, un proceso que afectará tanto a la consultora como a su matriz, SCL Elections.

La brecha en el sistema de seguridad de Facebook se produjo con una aplicación que tomó datos de 50 millones y, de forma automática, de todos sus contactos. La app se llamaba This Is Your Digital Life y había sido diseñada por Alexander Kogan. El robo de datos se produjo en 2016 y con ese material se planificaron las campañas del Brexit y las últimas presidenciales de Estados Unidos. 

La vulnerabilidad del sistema de seguridad puso en entredicho el modelo de negocios de la red social y colocó a Zuckerberg, fundador de Facebook, en el centro de las críticas. 

Para los expertos, la mayor responsabilidad fue de Facebook por no tener un programa de seguridad efectivo para prevenir un hackeo de aquella magnitud.