Desde Santa Fe

Lo que José Corral le pidió a Mauricio Macri ‑y que el intendente anunció en febrero y marzo‑ comenzó a concretarse ayer. El gobierno nacional destinó a Santa Fe unos 150 efectivos de la Policía Federal para reforzar la seguridad en los barrios del cordón oeste. La bienvenida se realizó en un cuartel del Ejército donde el año pasado operaban tropas de la Gendarmería y ahora alojará a las fuerzas federales; todo por cuenta y riesgo del municipio, aunque Corral insiste que le pasará la factura de los gastos de alojamiento y comida al gobierno provincial.

Los hechos se hilvanaron como en un libreto de campaña política. El martes, en la apertura de sesiones de la Legislatura, Corral ensayó sus críticas más duras contra el gobernador Miguel Lifschitz y su ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro. Dijo que el discurso del gobernador le pareció "muy resignado" y que esperaba "propuestas más enérgicas porque en el tema de seguridad se puede hacer mucho y mejor".

-‑¿Usted cree que tiene que venir la Policía Federal para combatir el narcotráfico en Santa Fe? ‑le planteó una colega de LT10. La pregunta calzó justo.

-‑El diagnóstico ya lo conocemos. El desafío es lograr resultados. Y en seguridad es un tema que se puede mejorar mucho ‑contestó Corral.

"Tenemos un mal año, con 78 homicidios en Rosario y 35 en La Capital, hay muchos robos y entraderas. Para nosotros hay mucho por hacer", agregó.

Como se alguien hubiera escuchado, ayer los efectivos de la Policía Federal ya estaban en Santa Fe. Hay disidencias sobre la cantidad, algunos medios cuentan 150 y otros 140, aunque coinciden describir la flota de vehículos liviana, semipesada y pesada, que incluye "carros de asalto, tanquetas y camiones". Más efectivos de los grupos tácticos: Fuerza de Operaciones Especiales (GEOF‑G1), Drogas Peligrosas con perros antinarcóticos, equipos de comunicaciones satelitales y expertos de la Policía Científica y de Interpol.

Antes de la partida, en Buenos Aires, el jefe de la Policía Federal comisario general Néstor Roncaglia, supervisó la columna y explicó la misión: "La idea es coordinar un servicio de seguridad ciudadana con todas las fuerzas federales y básicamente colaborar con la Policía de Santa Fe". El propósito "es llevar tranquilidad" a los santafesinos después de "hechos violentos" que se produjeron en la capital de la provincia. Aunque Roncaglia no los mencionó, son conocidos porque conmovieron a la ciudad: el asesinato de la docente Vanesa Castillo (de 33 años), cuando salía de su escuela en Alto Verde, a mediados de febrero. El brutal ataque de motochorros a una joven ciclista, Luisina Rodríguez (32), que le costó la vida, a principios de marzo. Y el homicidio del arquitecto Martín Castelló (42, primo del concejal del PJ Marcos Castelló), quien intentó defender de un asalto a una vecina embarazada y el atacante lo mató a quemarropa. El hecho crimen ocurrió a principios de abril, en el barrio Roma.

Según un relevamiento del municipio, las fuerzas federales se desplegarán en el cordón oeste, en los barrios Barranquitas, Santa Rosa de Lima, Yapeyú, y también en el distrito de Alto Verde.

El despliegue de la Policía Federal será por "tiempo indeterminado". Corral ya se encargó de la logística: el municipio pagará la cuenta del alojamiento y la comida de los 150 federales, pero advirtió que le pasará el gasto al gobierno de Lifschitz porque considera que la "seguridad" es competencia de la provincia. Lo que aún se desconoce es el monto de la factura.