En medio de la corrida cambiaria que se cobró en menos de dos meses 7272 millones de dólares de reservas, el Banco Central deberá enfrentar en dos semanas el vencimiento de más de la mitad de su stock de Lebacs, que equivale a unos 656 mil millones de pesos. La expectativa es cuál será la tasa de interés que convalidará el titular del organismo Federico Sturzenegger para renovar esos vencimientos y evitar que esos papeles se vuelvan líquidos y se pasen a dólares, como viene ocurriendo hace dos meses. Bajo este escenario de incertidumbre, la demanda minorista de ahorristas incrementa su peso sobre el conteo final de venta de divisas y los pedidos llegaron a colapsar en la jornada de ayer las páginas Web de varias entidades bancarias de primera línea. En las redes sociales se multiplicaron las quejas de los usuarios por la caída del sistema de homebanking en dos bancos públicos, Ciudad y Nación, y en la entidad privada Supervielle.
La decisión oficial de comenzar a reducir la tasa de interés para quitarle lastre a la actividad económica y la aplicación del impuesto a la renta financiera, que incluye la ganancia por la operación con letras, inició un importante desarme de posiciones que se reflejó en una importante fuga de divisas. La corrida se inició el 5 de marzo, momento en que el Central inauguró una ola de ventas para detener una escapada del tipo de cambio. La semana pasada, cuando Sturzenegger sacrificó 4343 millones de dólares sin poder evitar la escalada del billete verde, realizó un ajuste de emergencia en la tasa, subiéndola 3 puntos hasta el 30,25 por ciento, con el objetivo de desincentivar la dolarización. Tras el fin de semana largo, la demanda se mantuvo intacta (ver aparte).
Con cada vez menos margen de maniobra, ante la trampa autoinflingida de liberalización de los flujos de capitales y una política de encarecimiento del dinero (vía suba de tasas de interés), el Central está perdiendo reservas y no hay miras en el corto plazo de que pueda recuperarlas. La liquidación de los agroexportadores continúa pisada a la espera de mayor devaluación y ante un stock reducido por la sequía que afectó la cosecha de este año. A esto se suma que la suba de la tasa del bono a diez años de Estados Unidos rozó el 3 por ciento y encarece el crédito para países como Argentina, siendo este el principal canal de aumento de las reservas de Cambiemos.
Desde el 5 de marzo, la venta de dólares del BCRA fue de 7272 millones de dólares, lo que representa el 18,2 por ciento de los casi 40.000 millones que integró a reservas producto del endeudamiento de Nación y provincias entre 2016 y 2017. La deuda colocada en dólares con legislación extranjera sumó 22.051 millones en 2016 y 28.413 millones en 2017 y 9000 millones en enero de este año, según un relevamiento del Observatorio de Deuda de la UMET. Pese a esto, en lo que va del año las reservas crecieron en apenas 943 millones de dólares, al pasar de 55.055 millones a 55.998 millones respecto de diciembre último. El resto sirvió para financiar la fuga de capitales.
La situación es aún más delicada si se toma en cuenta que en el stock de reservas se cuentan 12.482 millones de dólares en encajes de los bancos con el Central, 18.967 millones en créditos y pases y 1900 millones de dinero en caja. Lo que los analistas del establishment solían publicar como reservas (reales) de libre disponibilidad, se ubica en 22.649 millones de dólares.
El 15 de mayo el Central deberá enfrentar un vencimiento de Lebac de 655.986 millones de pesos, el 57,5 por ciento del total en circulación. El Central, a partir de una política de ofrecer tasas más bajas para plazos más largos (curva invertida), acumuló este grueso de vencimientos. La expectativa de Sturzenegger era que la inflación estaría controlada. Con la suba de tasas al 30,25 por ciento de la semana pasada, el interrogante es cuánto estará dispuesto a endeudarse para evitar que no renueven y se pasen a dólares. En junio además enfrentará el vencimiento de letras por 225.848 millones y en julio, otros 133.535 millones. De esta manera, el Central deberá renovar en los próximos tres meses 1.015.369 millones de los 1.141.559 millones en stock, lo que representa compromisos por el 88,9 por ciento del total.