A partir de la escalada del dólar, la nueva suba del subte y del servicio de agua, la inflación en mayo seguiría por encima de la previsión oficial. El alza de precios en abril habría cerrado en un 2,4 por ciento mensual por el impacto de la suba del gas, el transporte y los combustibles, lo que representa el mayor avance en los primeros cuatro meses del año, ubicando a la inflación acumulada por encima del 9 por ciento. Con el incremento de precios de mayo, en cinco meses la inflación rondaría el 12 por ciento, sólo tres puntos por debajo de la pauta del 15 por ciento que el Gobierno preveía para 2018. El primer semestre cerraría muy cerca de la pauta anual.
No es necesario retrotraerse hasta a las promesas de la campaña electoral previa a 2015 para encontrar los desajustes entre la realidad y el discurso de Cambiemos. “Yo soy positivo. Sabíamos que estos primeros meses del año iban a ser así. Estamos atravesando un mal trago, pero era totalmente esperable. En marzo tuvimos un número alto, pero es un número que esperábamos”, dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a fines de abril desde Washington, en los encuentros previos a la cumbre del G-20. Luego, el funcionario admitió que en abril la inflación no bajó, de hecho se ubicará en el orden del 2,4-2,5 por ciento, la más alta del año. Entonces, Dujovne prometió que “en mayo la inflación va a bajar”. Es una posibilidad (todavía no cierta) que la inflación en mayo esté por debajo de la marca de abril, aunque seguirá bastante por encima del escalón del 1,2 por ciento mensual que implica la pauta anual del 15 por ciento.
El impacto de la escalada del dólar, la suba de la boleta de agua y el aumento del subte volverían a dejar en offside a Dujovne. En medio del raid alcista del dólar, la consultora Analytica calculó para la inflación de mayo “un piso del 1,9 por ciento”, mientras que desde Orlando Ferreres plantearon que ese mínimo es del 1,8 por ciento. “La inflación de mayo va a estar plenamente gobernada por la cuestión cambiaria. Pero además, se empiezan a sentir los efectos de segunda ronda de los aumentos tarifarios de febrero y abril. Hay una inflación de costos difícil de manejar. Si en mayo y junio (que tiene suba de prepagas, transporte y nafta) la inflación ronda el 2 por ciento, en seis meses los precios estarán en el 14 por ciento, prácticamente en línea con la pauta de todo el año”, analizó el economista de la Universidad de Avellaneda Santiago Fraschina.
Un nuevo termómetro de la marcha de los precios se conocerá durante la jornada de hoy cuando el Banco Central publique su informe de Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Se espera una suba de la proyección de inflación de los consultores de la city para todo el año. A comienzos de abril, esa previsión se ubicó en el 20,3 por ciento.
El principal argumento para anticipar que la inflación seguirá en valores altos en mayo es el predecible impacto de la suba del dólar sobre los precios. El billete norteamericano aumentó en la última semana un 5 por ciento, desde 20,50 a 21,52 pesos. La devaluación se filtra por varios canales: el primero es a través de los precios en pesos de los bienes importados y luego a partir de los valores en el mercado interno de los bienes exportables, como los productos agropecuarios. “Los primeros que se mueven son los aceites, seguramente la semana que viene alguno suba”, evaluaron desde una cadena de supermercados.
Además del dólar, en mayo impacta el nuevo aumento del subte, a partir del martes 8, hasta los 11 pesos, lo que representa un 46 por ciento. Según el cronograma oficial de aumentos, el subte llegará a los 12,50 pesos en junio. También está el aumento de alrededor del 26 por ciento en las boletas de Aysa que impacta sobre 2,8 millones de usuarios residenciales. Se espera un nuevo aumento de los combustibles para mayo, aunque el Gobierno pediría a las petroleras que demoren la suba para junio. En el sexto mes del año, además de la nafta y el subte, subirá el pasaje de colectivo y la cuota de las empresas de medicina prepaga.