Boca empató anoche 1-1 con Junior, en Colombia, por la quinta fecha del Grupo H de la Copa Libertadores. Con el punto obtenido en Barranquilla por al gol en contra señalado por Ruiz, el mismo jugador que había puesto en ventaja al local, el Xeneize deberá derrotar en la última fecha (miércoles 16 de mayo) al eliminado Alianza Lima, en la Bombonera, y esperar que Palmeiras iguale o venza de local a Junior.
Pese a estar obligado a la victoria, el conjunto de la Ribera salió más aplomado que su rival. Buscó controlar la pelota y progresar en bloque. Así construyó la primera llegada. Iban 6 minutos cuando Tevez le puso el broche a una maniobra colectiva sacando un derechazo desde la medialuna que hizo lucir a Viera.
Jugaba mejor el conjunto de Barros Schelotto, a partir de lo que generaba Reynoso a las espaldas de los delanteros y en sus encuentros con Pablo Pérez y Tevez. Con la exclusión de Abila, el Mellizo resignó profundidad, pero ganó en creatividad y movilidad y ésta confundía a los defensores de Junior, sin referencia a la hora de marcar. Boca redujo las chances de los colombianos a esporádicos contragolpes.
Pese a sus pocos merecimientos, Junior se puso 1-0. Pasados los 30, el árbitro vio penal de Fabra sobre Piedrahita. Poco claro, discutido por los jugadores de Boca que pedían amonestación por simulación, eso no le importó a Luis Ruiz que se hizo cargo de la ejecución. Rossi adivinó el palo, tocó la pelota, pero ésta dio en el palo y Ruiz tuvo una segunda oportunidad, que no desaprovechó.
En desventaja, la visita perdió la tranquilidad y pasó de jugar el partido a pelearlo, con la excepción del reaparecido Barrios, que hizo bien las dos cosas durante todo el encuentro. Con ese panorama preocupante para Guillermo se fueron al descanso. Sin embargo, el Mellizo renovó la confianza en los once que iniciaron el partido. Y acertó. Porque Boca arrancó el complemento jugando mejor y llegó rápido al empate. Pavón ejecutó un tiro libre por una falta contra él y su derechazo fue desviado por Ruiz con su cabeza y se metió ante un Viera que no pudo ofrecer resistencia.
Con el gol, Boca recuperó la confianza y el control del partido. Pero con el transcurrir de los minutos, el desgaste físico se hizo tan notorio como la escasez de ideas ofensivas. Buscando remediar eso, Guillermo mandó a la cancha a Cardona. Con el zurdo colombiano encarando por la banda izquierda, el Xeneize sumó algo de claridad en ofensiva, pero todas las acciones terminaban en Pavón, la única carta de desequilibrio que Boca mostró anoche. Demasiado poco para merecer el triunfo, aunque suficiente para justificar una igualdad que en los últimos minutos casi se transforma en derrota por otro increíble yerro de Rossi y un mal pase del ingresado Sebastián Pérez que no pudo capitalizar el extenuado Teo Gutiérrez.