Un cuarto propio es parte de la intimidad. Y en la intimidad aparece el pensamiento y la creatividad. En el cuarto propio debatimos los mundos personales, que son políticos, y pueden ser el punto de partida a la búsqueda de otros destinos y territorios liberadores. “Un cuarto propio con escucha atenta en los potentes rituales que construimos y compartimos”, definen Lucía García Itzigsohn y Carolina Balderrama, conductoras del programa de radio que lleva ese nombre y desde donde irradian voces feministas que se mezclan con música para expandirse como lugar colectivo y sororo. Carolina es santiagueña y Lucía platense, son compañeras de la Red PAR-Por una Comunicación no Sexista, comparten espacios de docencia universitarios y varios proyectos. Y en ese ir y venir que es la vida de las trabajadoras de prensa, notaron que casi todo el tiempo estaban desentramando discursos hegemónicos, estereotipos y mitos sobre las mujeres y las identidades disidentes victimizadas en los medios de comunicación. Así, se dieron cuenta de que necesitaban otros puntos de encuentro donde el placer, el goce y el disfrute aparecieran con más regularidad. Y apareció la radio con su leguaje cercano. La radio de noche “donde se genera una intimidad y una hermandad para invitar a todas aquellas mujeres que nos conmueven, que nos gustan y queremos conocer”, cuenta Carolina, “y no solo mujeres sino también identidades disidentes, lesbianas, travestis y trans para tener un diálogo más íntimo desde una mirada feminista.” Lucía agrega: “Indagar en las historias de mujeres que admiramos y ver cómo construyeron esos caminos. Es una especie de ritual en el que recreamos ese cuarto propio del que habla Virginia Woolf, que no es un cuarto físico o a veces sí, pero es sobre todo un lugar de conexión”. Así, cada lunes a la noche, desde “Un cuarto propio” emerge un gesto y su insurgencia.
La lectura de un texto abre el programa para sumergirse después en el universo de la invitada que también elige las canciones que musicalizarán la charla. Rita Segato, Dora Barrancos, Señorita Bimbo, Ana María Careaga, Liliana Herrero, Selva Almada, Celeste Mac Dougall, Lisa Kerner, entre tantas otras cuentan qué significan esas estrofas que maceran conversaciones sobre militancias feministas, sexualidades, derechos, amores travas, películas, libros, canciones, economía y tantos temas más. Las metáforas y las imágenes que se suceden de los textos que eligen para la apertura invaden el éter “como un hilván amoroso que se manifiesta en distintos lenguajes”, sugiere Carolina. “Son una especie de editorial poética donde decimos algo nuestro y funciona como una reflexión sobre lo que está ocurriendo”, suma Lucía.
La paridad en la comunicación es una deuda, por eso la práctica feminista desde este espacio que le pone nombre y palabra a la comunicación no sexista empieza diciendo: ‘Buenas noches a todas y todas’, y logra así salirse del universal masculino que nos nombró y nos nombra tan a menudo. “Es un juego para incluir a las identidades masculinas en un genérico femenino e invitar a experimentar lo que se siente en ese intento de ser nombrado y no terminar de reconocerse”, cuenta Lucía. “De alguna manera estamos diciendo ‘este momento es nuestro, si querés entrá, pero fíjate que éstas son nuestras reglas: el todas y todas’”, agrega Carolina. Próximas a cumplir un año de programas, y con la costura feminista que se comparte, “Un cuarto propio” es “una apuesta al deseo y a la política”, –sostiene Lucía– y genera un clima que invita a escuchar. Cada emisión concluye con una pregunta que despliega formas y sentidos sobre el cuarto propio. Dora Barrancos respondió diciendo que el cuarto propio es “la posibilidad de pensar alegremente en la libertad. Un cuarto propio para trascender.”
“Un cuarto propio” Lunes de 21 a 22, Radio Caput radiocaput.com