Desde Santa Fe
Ya se sabía que Miguel Lifschitz se arrepintió de haber votado en contra en 2014 la ley del senador de la UCR Lisandro Enrico por la que la provincia de Santa Fe adheriría a la lucha contra el narcomenudeo, y que ahora, en 2018, le ha pedido a la Legislatura que la apruebe lo antes posible. Pero ayer lo admitió en público. "Cambié de opinión". "Tenemos que ser prácticos, no podemos tener posiciones principistas", se justificó el mandatario. La confesión fue en un retruque al presidente de la Corte Suprema, Rafael Gutiérrez, quien se declaró "totalmente en contra" encargar a jueces y fiscales del fuero ordinario la persecución de las redes minoristas de narcotráfico.
En la polémica, Enrico ya había chicaneado a Gutiérrez con una mordaza. "Los jueces no están para opinar sobre las leyes sino para hacerlas cumplir. Si no tienen ganas de trabajar en esto, que se dediquen a otra cosa", le tiró. Así que ayer, otro ministro de la Corte, Daniel Erbetta, reaccionó ante el exabrupto. La ley 26.052 de "desfederalización parcial de la competencia penal en materia de estupefacientes" ‑a la que quiere adherir Enrico‑ "es una ley cómica", dijo Erbetta por LT9. Porque "no puede regir para una provincia sí y para otra no". Y sugirió a los legisladores que "midan el impacto presupuestario de una ley de actuación en narcomenudeo. No resolverá los problemas, sino miren lo que pasa en Buenos Aires".
En estos cuatro años, la ley Enrico ya se aprobó tres veces en el Senado (en 2013, 2014 y 2017), pero nunca pasó el filtro de la Cámara de Diputados, donde ni siquiera tiene consenso en el bloque socialista. El gobernador recordó la sanción de junio de 2014, cuando era senador por Rosario y fue el único que se opuso. "La ley se votó casi por unanimidad, el único voto en contra fue el mío", dijo por Aire de Santa Fe. "Pero yo con el tiempo he cambiado de opinión", admitió.
Lifschitz no es el único arrepentido. Otros cuatro senadores del PJ, Armando Traferri, Rubén Pirola, Alcides Calvo y Danilo Capitani también cambiaron de opinión, pero al revés del mandatario: antes estaban a favor de la ley Enrico y ahora en contra. En la última sanción, en diciembre de 2017, prefirieron abstenerse antes que votar. Y lo mismo hizo el ex senador socialista Emilio Jatón, que también se abstuvo. Pirola marcó el contraste: "El gobernador cambia de parecer justo cuando algunos senadores del justicialismo hemos modificado nuestra visión sobre el tema, a partir de datos y experiencias en otras provincias", sostuvo.
El gobernador explicó su giro por la falta de "respuesta" de la Justicia federal ante el avance del narcotráfico en Santa Fe. "Me he dado cuenta en estos dos años y medio" en la Casa Gris, que "los esfuerzos que hemos hecho y la buena voluntad de jueces y fiscales federales que ponen lo mejor de sí para avanzar en las causas por narcotráfico" no alcanza.
"Lo que más me preocupa ‑siguió Lifschiz‑ es la violencia que generan los kioscos de droga en los barrios. La mayoría de los casos que tuvimos en los últimos tiempos está vinculada al negocio de la droga".
"Necesitamos darle la atribución a los fiscales provinciales que tienen una capacidad de actuar e intervenir mucho mayor que los federales. Tenemos que ser prácticos, no principistas", se justificó. "En otro momento", estaba de acuerdo con los jueces de la Corte (cuando votó en contra de la ley en 2014), pero hoy frente a la realidad y los problemas que tenemos hay que actuar. Hay que tener una posición práctica", insistió.