El informe de expectativas del mercado publicado por el Banco Central ayer pareció haber sido escrito muchas semanas atrás. El trabajo, hecho en base a la opinión de las consultoras, recogidas en una encuesta realizada la semana pasada, arroja proyecciones que hoy resultan sorprendentes. Los encuestados estiman el dólar para fin de año (minorista) en 22,60 pesos, cuando ayer cerró en un pico de 23,30 pesos. El dólar para finales de este mes lo había pronosticado al tipo de cambio de 20,70 pesos. Se quedaron más cortos todavía. Los economistas de la city no acertaron una.
El pronóstico de la tasa de interés de referencia para mayo fue de 30,25 por ciento. Pero el Central la colocó ayer en 33,25 por ciento. En coincidencia, en el mercado secundario las tasas de Lebac volvieron a niveles récord de 38 por ciento. Estos valores son similares a los registros de principios de 2016. Lo que entonces se mostró como una solución de urgencia para empezar a ordenar la economía y buscar un nuevo equilibrio, terminó siendo nuevamente la fórmula propuesta dos años después, revelando el escaso éxito de esta política.
La inflación fue una de las variables que las consultoras ajustaron al alza. Pronosticaron en este último relevamiento una suba de precios del 19,8 por ciento este año, frente a la proyección anterior del 18,1 por ciento. Esta variación no tuvo en cuenta el zarpazo de cotización del dólar en las últimas dos semanas. Con un tipo de cambio arriba de 23, hasta los economistas de la city se ven obligados a ajustar las cuentas.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), se mantuvieron en 2,5 por ciento para este año. La cifra está por debajo de la que proyecto el Gobierno (3,5 por ciento). La incertidumbre cambiaria, la aceleración de la inflación, y la mayor volatilidad internacional son elementos que provocan tensiones para la actividad interna.
En lo que refiere al déficit fiscal primario, las consultoras lo ubicaron en 400 mil millones de pesos para este año, que mejora en 10 mil millones la proyección anterior. Este rojo fiscal, equivalente a casi 20 mil millones de dólares, no computa el pago de intereses de la deuda externa. que no es relevada por la encuesta del Banco Central.