Boca volvió al país en la mañana de ayer, tras el empate 1-1 frente a Junior, por la quinta fecha del Grupo H de la Copa Libertadores. La adustez en los rostros de los jugadores y del cuerpo técnico fue un signo claro de que el punto conseguido en Barranquilla no dejó satisfecho a nadie. Y no puede ser de otro modo, porque con ese resultado el Xeneize ya no depende de sí mismo para avanzar a los octavos de final del torneo continental, porque deberá ganarle a Alianza Lima y esperar que Palmeiras consiga una victoria o un empate ante Junior.
Claro que esa será otra historia, y está lejos, pues esos partidos se disputarán recién el próximo 16 de mayo. En lo inmediato, Boca deberá pensar en la Superliga. Tras la suspensión del cotejo del domingo pasado ante Gimnasia, recibirá pasado mañana en la Bombonera a Unión. De cara a ese partido, el plantel practicará hoy. En ese entrenamiento, Guillermo Barros Schelotto empezará a delinear la formación. Para eso evaluará si puede contar con Wilmar Barrios y Edwin Cardona. El volante central reapareció en Barranquilla, pero no pudo completar los noventa minutos, mientras que su compatriota zurdo tuvo pocos minutos y no pesó.
Ante el silencio del plantel, el que reflejó el impacto que provocó la igualdad ante Junior fue el presidente de Boca, Daniel Angelici. “Lo más preocupante es que no dependemos de nosotros”, reconoció el mandamás en diálogo con Espn. “El juego también me preocupa. Hay muchísimo por mejorar. Trajimos jugadores de jerarquía para ser protagonistas y no podemos quedarnos con que hay jugadores importantes lesionados”, remarcó Angelici.