El equipo económico recurrió a un manotazo de ahogado para contener las expectativas de crisis y el alza del dólar. Los ministros de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne y Luis Caputo, anunciaron el recorte de más de 30 mil millones de pesos en el presupuesto y que no se tomará más deuda en los mercados internacionales en lo que resta de este año. El Banco Central, en tanto, lanzó ayer un combo de medidas para enfriar la plaza cambiaria. Le puso un límite a la cantidad de divisas que pueden tener los bancos en su patrimonio y los obligó, a partir del lunes, a vender el excedente, con el objetivo de incrementar la oferta de dólares en la plaza cambiaria (ver aparte). Lo complementó con una suba de la tasa de interés de referencia del 33 al 40 por ciento. Adelantó, además, que no sólo intervendrá vendiendo divisas al precio de contado, sino que podrá ofrecer contratos de dólar en los mercados de futuro. Este último anuncio resulta llamativo dado que el gobierno de Cambiemos condenó este tipo de operaciones hechas por el gobierno anterior, llegando a promover una investigación y el procesamiento de la ex presidenta de la Nación, de un ex titular del Banco Central y de un ex ministro de Economía por haber convalidado estas operaciones. Tanto esfuerzo apenas logró bajar un peso la cotización del dólar minorista, que tras cerrar en 23,30 pesos el jueves, ayer lo hizo a 22,30. La Bolsa de Comercio tuvo un retroceso del 3,2 por ciento en su índice Merval, particularmente afectado por la baja en los papeles bancarios, que llegaron a descensos cercanos al 10 por ciento.
En las últimas dos semanas aumentó el riesgo argentino y los fondos especulativos decidieron llevarse los activos del país. En los últimos cinco días se operaron cerca de 200 mil millones de pesos en el mercado secundario de Lebac, la mayoría de fondos del extranjero que remataron las letras para comprar divisas y salir del mercado interno.
La respuesta para intentar contener el clima de incertidumbre fue potenciar las medidas pro mercado. El ministerio de Hacienda, el de Finanzas y el Banco Central lanzaron cinco anuncios para reconquistar a los inversores, asegurándoles que habrá un mayor ajuste fiscal y monetario, y una mayor prudencia a la hora de endeudar a la economía, con el objetivo de asegurar la capacidad de repago de los créditos externos. Dujovne adelantó ayer por la mañana en conferencia de prensa un recorte millonario de la obra pública. Es para reducir el déficit primario del 3,2 al 2,7 por ciento del Producto Bruto Interno. “Nos duele tocar el presupuesto de la obra pública, pero en este contexto necesitamos acelerar la convergencia fiscal en medio de intentos populistas de la oposición”, se justificó. Agregó que “no se puede seguir viviendo de prestado. Por eso, potenciamos este proceso de reducción del déficit para dar señales contundentes de hacia dónde vamos”.
El ministro de Finanzas, Caputo, aprovechó esas palabras para aclarar cuál es la hoja de ruta del endeudamiento. “Este año no vamos a salir a tomar (nueva) deuda en dólares ni en euros”, mencionó. Planteó que el mayor ajuste fiscal permite reducir la necesidad de los créditos acreedores externos. Aunque ambos funcionarios eludieron durante casi toda la conferencia de prensa referirse o siquiera mencionar la palabra “dólar”, Caputo, experto en finanzas, no pudo evitar que le consulten por la situación del mercado cambiario de los últimos días. La respuesta fue totalmente irrelevante. “Es un movimiento que podía venir, que no nos agarró por sorpresa y estamos perfectamente preparados para resolverlo sin inconvenientes”, señaló.
El Banco Central dio la nota de la fecha. No realizó conferencia de prensa pero lanzó a primera hora de la mañana tres medidas. Adelantó que continuará manipulando el precio del dólar para evitar mayor devaluación y traslado a precios. “El Banco Central continuará operando con todas sus herramientas de intervención en el mercado de cambios. Estas operaciones podrán ser concertadas tanto al contado como a término”, precisó. En palabras simples la entidad a cargo de Federico Sturzenegger dijo que podría volver a intervenir en los mercados de futuros para contener la expectativa de devaluación del peso.
El Banco Central, además, obligó a las entidades financieras a partir del lunes a vender parte de sus activos en dólares en el mercado cambiario, al reducir del 30 al 10 por ciento la posición general de cambio de las entidades financieras. El Central, para no enfrentarse a los bancos, los compensó subiendo las tasas. Elevó ayer del 33 a 40 por ciento el interés de referencia. La tasa de pase activa, en tanto, se subió hasta 57 por ciento para colocaciones a un día. Es un vía libre para que los bancos eleven sin límite las tasas de préstamos a sus clientes. El rendimiento de las Lebac, tras la suba de las tasas de pases, tocaron esta semana picos del 38 por ciento: un nivel cercano al que pedían los grandes fondos de inversión del extranjero para entrar nuevamente al país y apostar al negocio de la bicicleta financiera.