Los operadores de telefonía móvil T-Mobile US, filial de la alemana Deutsche Telekom, y Sprint, controlada por el conglomerado japonés Softbank, llegan finalmente a un acuerdo para fusionarse. Lo consiguieron tras cuatro años de negociación. La integración, de ser autorizada por los reguladores de la competencia en Estados Unidos, dejará el mercado concentrado en manos de tres compañías junto a Verizon y AT&T. T-Mobile US está valorando a su rival en unos 26.500 millones de dólares (21.500 millones de euros), el equivalente a 6,6 dólares la acción. La matriz alemana controlará tras el intercambio de acciones el 42 por ciento del capital en la sociedad combinada y tendrá el control de los derechos de voto. Juntas suman más de 127 millones de abonados, con lo que se colocarán muy cerca de los 141 millones de AT&T. Verizon es la mayor, con 150 millones mientras que US Celular quedará descolgada, con cinco millones.