Un bloque de sindicatos santafesinos declaró el alerta gremial ante el intento reeditado del Ejecutivo nacional por conseguir una ley de reforma laboral que, en la práctica, avizoran como otro recorte de derechos y mayor precarización al pretender recalcular indemnizaciones, aguinaldo y otras conquistas obreras.

"Habrá reforma a pedir de los empresarios si no reaccionamos con ímpetu y convicción. El trabajador debe involucrarse más y ver que ahora vienen por todos", se alarmó Rubén Pérez, titular del sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles. "El problema no es tanto Macri y su gobierno, sino la gente que ve perder derechos, sus puestos que se caen y miran para otro lado", reprochó preocupado el dirigente que afronta la crisis terminal de Refinería San Lorenzo, con 450 personas en riesgo de desempleo.

En el mismo sentido exhortó Oscar Barrionuevo, de Obras Sanitarias: "Si vienen por una reforma laboral anti obrera habrá que unirse y lanzar la huelga por tiempo indeterminado, ganar las calles  y demostrar que no estamos vencidos", dijo. Edgardo Arrieta (de Dragado y Balizamiento), vocero del triunviro de la CGT nacional Juan Carlos Schimd, declaró el rechazo del arco gremial al cálculo de recorte de indemnizaciones.

Por su parte, Claudio García (Suteryh, encargados de edificios), barajó la intención de consensuar el texto de la ley en caso de que el gobierno -como parece- avance con su propósito. "El año pasado frenamos esta reforma, quizás ahora no podamos pararla nuevamente", advirtió. El estatal Marcelo Picardi (Upcn) opinó parecido: "Habrá que negociar con el gobierno con firmeza para que no solo escuche a los empresarios. Si hay reforma, debe ser para mejorar la calidad de vida de los trabajadores".

Menos conciliador, el aceitero Daniel Yofra apuntó a la lucha gremial como "la única forma para que no avance este proyecto y dejemos de ceder derechos, saliendo a la calle y con huelgas para impedir que el gobierno nos pisotee", propuso el dirigente gremial.