Racing superó anoche a Estudiantes por 2-1 en La Plata y mantiene chances de meterse en los puestos de clasificación a la próxima Copa Libertadores. Para el Pincha, la derrota significó quedar muy lejos de la Sudamericana. 

Con realidades opuestas llegaban ambos al duelo. El equipo de Eduardo Coudet, de superar el jueves a Universidad de Chile y asegurar su pase a octavos de final de Libertadores. Los de Lucas Bernardi –que renunció una vez consumada la derrota–, tras empatar en Perú con Real Garcilaso y verse obligados a vencer por más de un gol a Nacional, de Uruguay, en la última fecha de la fase de grupos. 

Y fue el elenco visitante -que presentó una formación mixta entre habituales titulares y suplentes– quien puso condiciones en la primera parte. Tras un comienzo dubitativo, Racing logró imponer la verticalidad que caracteriza a los equipos de Coudet y fue, a los 17, cuando esa misma logró materializarse en el resultado. Tras un tiro de esquina mal ejecutado por el equipo local, Zaracho se llevó la pelota algunos metros, la cruzó para Martínez, quien se la prestó a Solari y se fue para el área. Sería el ex Pincha quien, tras un par de efectivos amagues, saque el centro para que el joven goleador académico se anticipe a Andújar y ponga el 1-0.

Hasta allí, Estudiantes se acercó a Musso a través de pelotas paradas que buscaban a sus gigantes de abajo: Desábato, Campi y Schunke, todos por encima del metro noventa. Fue este último quien estuvo más cerca de marcar, pero su cabezazo se estrelló en el travesaño.

El gol tranquilizó a Racing, que se hizo de la pelota y creció a partir de la tarea de Meli y González en la distribución, y de su línea defensiva en la recuperación. Sin embargo, a los 38, el infortunio parecía cambiar los planes del equipo dominador ya que Solari levantó la pierna en busca del balón sin ver a su alrededor y le clavó los tapones en el pecho a Facundo Sánchez. Roja directa y a aguantar el resultado para los de Avellaneda.

En esa tónica fueron los primeros minutos de la segunda parte donde Estudiantes peloteó a Racing, que sobrevivió gracias a buenas intervenciones de su arquero Musso. Era absoluto el dominio pincha hasta que una escapada de Martínez terminó en infracción de Campi y tiro libre para la visita. El ejecutor fue Donatti, el mismo que en la semana convirtió el gol del triunfo ante los chilenos. Y con una notable pegada, el defensor la puso en el palo más lejano de Andújar, comprobando que está dulce para el arco rival desde que llegó a Racing: seis tantos en 17 encuentros.

El resultado reflejaba lo que los números insinuaban sobre ambos equipos. A Racing le resulta fácil llegar al gol: en la era Coudet marcó 40 en 19 partidos. Mientras que para Estudiantes, la ofensiva es una materia pendiente últimamente: un gol en los pasados seis encuentros. Sin embargo, como contrapartida del poder atacante académico está la debilidad defensiva. Sólo en cinco partidos terminó con el arco propio en cero.

Y el de anoche no sería la excepción. A los 75, cuando los murmullos ya se convertían en cánticos, el ex Racing Pavone descontó para llenar de interrogantes el resultado y obligar a la Academia a sostenerse en Musso, el mejor de la noche, para llevarse unos valiosos tres puntos de La Plata.