El secretario de Estado, John Kerry, defendió nuevamente ayer la solución de dos Estados como “la única vía” para una paz duradera entre israelíes y palestinos, en un discurso que Tel Aviv denunció como “sesgado” en su contra.
En una extensa alocución en Washington, el veterano ex senador y jefe de la diplomacia del presidente Barack Obama ofreció su visión sobre el conflicto en Oriente Medio, en momentos de reciente tensión entre Estados Unidos e Israel tras un voto el viernes en la ONU de condena a los asentamientos israelíes.
Kerry advirtió que una salida con la creación de un Estado israelí y otro palestino está en “grave peligro”, denunciando que elementos de “extrema derecha” del gobierno israelí están llevando a ese país hacia una “ocupación perpetua” de tierras palestinas y a un solo Estado.
Pocos minutos después, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu rechazó los dichos de Kerry y calificó su discurso como “sesgado contra Israel”. “Durante más de una hora, Kerry abordó obsesivamente el tema de las colonias y apenas tocó la raíz del conflicto, la oposición palestina a un Estado judío en cualquier tipo de fronteras”, sostuvo.
En anticipo al discurso de Kerry, Netanyahu había pedido aplazar el examen de nuevos permisos de construcción en Jerusalén Este, ocupada y anexionada por Israel, para evitar aumentar las tensiones con Estados Unidos. Pero paralelamente, un comité israelí aprobó la construcción de un edificio de cuatro plantas para colonos en el centro del barrio palestino de Silwan, de Jerusalén Este, informó una ONG local. Según Kerry, los colonos están decidiendo el futuro de Israel, poniendo en riesgo la paz. “Su intención establecida es clara: creen en un solo Estado, un gran Israel”, denunció el jefe de la diplomacia estadounidense.
La adopción de una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU de condena a la construcción de colonias israelíes, que Estados Unidos no vetó, por primera vez desde 1979, buscaba “preservar la solución de dos Estados”, explicó Kerry. Pero “si la opción es un solo Estado, Israel puede ser judío o democrático –no puede ser ambos–, y nunca podrá estar realmente en paz”, apuntó el diplomático. “¿Cómo puede Israel conciliar su ocupación permanente con sus ideales democráticos?”, se preguntó Kerry. “Nadie que piense en serio sobre la paz puede ignorar la realidad de la amenaza que los asentamientos presentan para la paz”, añadió.
Según el alto funcionario, el Estado de Israel y la futura Palestina deben establecerse sobre la base a las fronteras de 1967 con ajustes territoriales acordados, con derechos completos para sus ciudadanos y con Jerusalén como capital de ambos, una solución al problema de los refugiados, el fin de la ocupación y la garantía de las necesidades de seguridad israelíes, con un Estado palestino desmilitarizado y el fin de todas las reclamaciones de ambas partes.
En los estertores del gobierno de Obama, Kerry parecía querer dejar clara su postura sobre un proceso de paz entre israelíes y palestinos que frecuentemente abordó, pero que actualmente se encuentra congelado.
Además de soportar la respuesta airada de Israel, Kerry debe defender una política que el futuro presidente estadounidense Donald Trump no parece dispuesto a continuar. El empresario devenido en político designó recientemente como embajador en Israel a David Friedman, quien ya dijo que pretende mudar la embajada estadounidense a “la capital eterna de Israel, Jerusalén”, un gesto que podría acabar con los esfuerzos estadounidenses por la paz.
Poco antes del discurso de Kerry, Trump expresó en Twitter su apoyo al Estado hebreo, según él, víctima de un “trato irrespetuoso” por la administración de Barack Obama. Los israelíes “estaban acostumbrados a tener un gran amigo en Estados Unidos, pero ya no. El principio del fin fue el horrible acuerdo con Irán (sobre la política nuclear), y ahora esto (la ONU). Mantente fuerte, Israel. El 20 de enero se aproxima rápidamente”, apuntó Trump. Netanyahu devolvió el gesto en su cuenta de Facebook: “Presidente electo Trump... ¡Gracias por tu cálida amistad y tu apoyo incondicional a Israel!”.
Poco después de difundida la alocución de Kerry, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, declaró que el presidente palestino, Mahmud Abbas, está dispuesto a volver a la mesa de negociación con Israel, pero manteniendo sus condiciones previas. Mahmud Abbas volverá a negociar con un calendario fijado y en base de la ley internacional y de las decisiones relevantes, incluida la última resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU si Israel para toda la actividad en los asentamientos, incluido en Jerusalén Este, e implementa los acuerdos firmados previamente, afirmó Erekat.
“Abbas ha escuchado con gran interés el discurso del secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, en el que éste subrayó su compromiso con una paz justa como opción estratégica”, señaló Erekat. El presidente palestino está convencido de la posibilidad de alcanzar “una solución justa, completa y duradera en base a la iniciativa de paz árabe (...) si se garantiza el fin completo de la ocupación y el establecimiento del Estado independiente de Palestina en las fronteras de 1967, con su capital en Jerusalén Este, viviendo en paz y seguridad al lado de Israel”, añadió. También pide que se garantice “una solución a la cuestión de los refugiados y los prisioneros” basada en el derecho internacional y las resoluciones relevantes.
Además, Abbas continuará colaborando estrechamente con Francia para garantizar el éxito de la conferencia internacional que se celebrará en París a mediados de enero para tratar sobre la paz en la región.
En tanto, el movimiento islamista Hamás consideró que el discurso de Kerry, sobre el conflicto entre palestinos e israelíes “no contiene nada nuevo” y “no altera en nada la política” de su país.