Toda la carne al asador: tal pareciera ser el espíritu de los museos santafesinos de bellas artes en pleno 2018. El viernes pasado, el Museo Provincial de Bellas Artes "Rosa Galisteo de Rodríguez" (4 de Enero 1510, Santa Fe), dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura, inauguró el ciclo de exposiciones "Museo Tomado". En este plan museológico que desarrollará en el transcurso del año, el Rosa irá exhibiendo todo su patrimonio de 2700 obras que resguarda en sus reservas, cubriendo las paredes y pisos del museo en su totalidad.

"La toma implica un movimiento expansivo", dice Analía Solomonoff, directora del Galisteo. "Quienes la llevan adelante generan actividades para involucrar a la comunidad: organizan encuentros abiertos, proponen debates, espacios de formación y pensamiento crítico. La institución abre sus puertas, sale a la calle y se vuelve un espacio donde la comunidad es convocada a participar".

El próximo viernes, en tanto, a las 19, el Museo Municipal de Bellas Artes de Rosario (institución de la Secretaría de Cultura y Educación) inaugurará en forma simultánea en sus dos sedes una muestra del 10 por ciento de su patrimonio de más de 4000 obras: "Arte argentino. 100 años en la Colección Castagnino+Macro". A través de tres núcleos temáticos, se expondrán obras tanto en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino (Bulevar Oroño y Avenida Pellegrini) como en el Museo de Arte Contemporáneo (Oroño y el río). Un transporte especial llevará a los asistentes del Castagnino al Macro, donde a las 21 habrá una performance y a las 22, un brindis.

Un montajista trabajando en el séptimo piso del Macro.

La muestra tiene seis curadores para los tres períodos, los dos primeros en la sede Castagnino. Uno abarca desde 1917, cuando se crea la Comisión de Bellas Artes, hasta 1968, año clave de eclosión de la vanguardia rosarina. Estará a cargo de de los curadores, docentes e investigadores Guillermo Fantoni y Adriana Armando. Un segundo capítulo, curado por Nancy Rojas y Roberto Echen, completa el siglo. A la vez, inaugurando este viernes, Clarisa Appendino y Carlos Herrera visibilizan en el Macro el arte argentino de 2001 a la actualidad.

Esta muestra, que relata la historia del arte argentino en más 400 obras, surgió en la mente del nuevo director el año pasado, luego de transitar un año de programación prevista que le había dejado armado la ex directora Marcela Römer, que se fue a fines de 2016. Raúl D'Amelio concursó entonces su cargo con un plan y la intención de abrir el Museo "a nuevas voces, a otros públicos" y a "ubicarse como museo argentino y de Rosario". Al año de gestión, cuenta, "empecé a pensar en un nuevo punto de partida, a preguntarme cómo posicionarse frente al arte argentino; cuáles son sus debates, sus distintas voces, cómo hablar de arte argentino en el sentido amplio de la palabra".

-‑¿Cómo leer estos gestos, en el contexto político del presente?

--No tiene nada que ver uno con otro, coincidieron pero ellos trabajan con la colección a largo plazo --, explicó ayer a Rosario/12 D'Amelio, director del Museo Castagnino+Macro de Rosario. "Nosotros vamos a trabajar una cuestión bien enfocada al arte argentino con mucho desarrollo en los artistas locales". El objetivo: "posicionar al Museo en un ámbito nacional", ya que su colección "no tiene nada que envidiar a ninguna colección de ningún museo del país".