El exjuez Joaquim Barbosa, quien era considerado la sorpresa en las encuestas para las elecciones del 7 de octubre próximo, anunció ayer que no se postulará como candidato a la presidencia de Brasil. Barbosa hizo el anuncio en su cuenta de Twitter luego de que varios dirigentes de su fuerza, el Partido Socialista Brasileño (PSB), le reclamaran presentar la candidatura, que tiene en las encuestas entre 8 y 10 por ciento de apoyos.

“No pretendo ser candidato a la presidencia. Decisión estrictamente personal”, escribió Barbosa, el primer juez de la Corte Suprema de raza negra que llegó al cargo de la mano del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y responsable por las condenas en el escándalo del mensalao contra dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) en 2012. “Está decidido. Después de semanas de mucha reflexión, finalmente llegué a una conclusión, dice el mensaje que publicó Barbosa en la red social.

Abogado de 64 años, Barbosa fue integrante del Supremo Tribunal Federal (STF) desde 2003 hasta 2014 e incluso presidió el organismo desde 2012 hasta su retiro voluntario.  Afiliado al PSB, en las últimas semanas los rumores respecto a su potencial candidatura habían tomado la escena en Brasil, tanto que en las últimas encuestas su intención de voto llegaba al 10 por ciento, un número que lo colocaba con posibilidades reales de competir por llegar a la segunda vuelta.

Barbosa era considerado por varios analistas políticos como la única persona fuera de la política tradicional con oportunidades reales en las elecciones. 

Lula da Silva, líder del izquierdista PT, encabeza las últimas encuestas con un 31 por ciento  de los votos. Lo sigue el diputado ultraconservador Jaír Bolsonaro, con un 15 por ciento. En un hipotética proyección sin Lula, Barbosa aparecía en las encuestas como el tercero en un escenario dominado por el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL) y Marina Silva, la ambientalista del partido Red. Con la salida del ex magistrado, puede crecer la candidatura del laborista Ciro Gomes, quien tiene 7 por ciento de intención de voto, a quien muchos consideran la opción más válida del campo de centroizquierda en caso de que el ex mandatario no pueda presentarse.