El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer la retirada de Estados Unidos del acuerdo firmado por varios países con Irán en 2015 y que restablecerá parcialmente las sanciones contra la nación persa. En un dramático pronunciamiento desde Washington, el mandatario afirmó que la comunidad internacional no puede prevenir una bomba nuclear iraní, según dijo, bajo la estructura podrida del acuerdo y por ello decidió retirarse.
“Estoy anunciando hoy (por ayer) que Estados Unidos se retirará del acuerdo nuclear con Irán. En momentos, firmaré el memorando presidencial que restablece sanciones a Irán”, dijo el presidente en un mensaje televisado desde la Casa Blanca. Luego de la histórica declaración, Trump ocupó un pequeño escritorio donde firmó el documento que marcó la ruptura de Washington con el acuerdo que la comunidad internacional hilvanó con Irán durante años de esfuerzos diplomáticos continuados.
“Implementaremos sanciones económicas del más alto nivel. Cualquier nación que ayude a Irán en su búsqueda de armas nucleares también será sancionada fuertemente por Estados Unidos. No seremos rehenes de un chantaje nuclear”, afirmó el mandatario. Por su parte, John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, destacó que las sanciones que habían sido suspendidas por la firma del acuerdo de 2015 fueron restablecidas con efecto inmediato.
El presidente estadounidense dijo, además, que mantuvo consultas con aliados y asociados alrededor del mundo entre los que mencionó a Francia, Alemania y el Reino Unido. “Estamos unidos en nuestro entendimiento y convicción de que Irán no debe nunca adquirir un arma nuclear. Y de estas consultas resulta claro para mí que no podemos prevenir una bomba nuclear iraní bajo la estructura podrida de este acuerdo”, afirmó.
La resolución de Trump fue adoptada a pesar de los reiterados llamados a no retirarse del acuerdo que le habían sido formulados por Francia, Alemania o el Reino Unido, que son firmantes de ese entendimiento. Tras el anuncio, el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, formuló un llamado urgente a todos los otros signatarios del acuerdo a que reafirmen sus obligaciones. En una nota oficial, Guterres afirmó estar profundamente preocupado y pidió a los otros participantes del acuerdo que mantengan plenamente sus respectivos compromisos. En esta línea, poco antes del anuncio, la Unión Europea había expresado a Irán el apoyo de todas las partes a la aplicación plena y efectiva del acuerdo, gesto que en la práctica aisló a Washington en su posición de ruptura.
Por su parte, el presidente de Irán, Hasan Rohani informó que pidió a su ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, que en las próximas semanas negocie con los países europeos, Rusia y China. “Si al final de este periodo llegamos a la decisión de que los otros países pueden darnos lo que Irán quiere, continuaremos con el acuerdo y haremos todo lo posible por la paz en la región”, subrayó.
En caso contrario, Rohani ha ordenado a la Organización Iraní de Energía Atómica que esté preparada para adoptar medidas, incluido el enriquecimiento de uranio. No obstante, añadió que esperarían algunas semanas antes de aplicar dicha decisión.
En la visión de Trump, el acuerdo nuclear firmado con Irán es defectuoso en su origen. “Si no hacemos nada, sabemos exactamente que ocurrirá”, aseguró y agregó: “En realidad, es un acuerdo horrible, unilateral, que no tuvo que haberse firmado nunca. No aporta calma. No aporta paz. Y nunca lo hará”, sentenció el mandatario.
Asimismo indicó que la promesa de Teherán de no seguir trabajando en el desarrollo de un arma nuclear fue, según dijo, una mentira. “Incluso tras el acuerdo internacional, la dictadura de Irán siguió trabajando en el desarrollo de misiles balísticos, que pueden ser dotados de cabezas nucleares”, dijo el magnate neoyorquino.
Teherán se comprometió en este pacto, firmado en 2015, a limitar drásticamente partes esenciales de su programa nuclear con el fin de no poder fabricar armas atómicas. Como contrapartida, se levantaron sanciones contra el país y se prometió una normalización de las relaciones económicas con Occidente. De momento, el pacto está vigente hasta 2025, aunque algunos apartados, como los estrictos controles por parte de observadores internacionales, son válidos hasta 2040.
Trump tenía tiempo hasta el 12 de mayo para decidir si mantenía o no el acuerdo nuclear con Irán. Ya desde que asumió el cargo, había amenazado reiteradamente con retirar a Estados Unidos del pacto, y la semana pasada se había referido a éste como un acuerdo horrible.
El ex presidente estadounidense Barack Obama también se sumó a las críticas a la decisión del actual mandatario, a la que calificó como equivocada. “La realidad es clara. El acuerdo está funcionando. Esa es la visión compartida por nuestros aliados europeos, expertos independientes, y el actual secretario de defensa estadounidense. El acuerdo es de interés estadounidense. Hizo retroceder el programa nuclear iraní”, expresó Obama en una extensa declaración en la red social Facebook. “Y el acuerdo es un modelo de lo que la diplomacia puede realizar: sus regímenes de inspecciones y verificaciones es precisamente sobre lo que Estados Unidos debería estar trabajando para poner en Corea del Norte”, afirmó el ex mandatario.
Arabia Saudita, el rival regional de Irán y aliado de Estados Unidos,aseguró que apoya la decisión de Trump. “El reino apoya (...) los pasos anunciados por el presidente de Estados Unidos para retirarse de acuerdo nuclear (...) y para restablecer las sanciones económicas contra Irán”, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores saudita. Riad, además, acusó a Teherán de sacar provecho de los ingresos generados por el fin de las sanciones para desestabilizar la región, según el ministerio.
La semana pasada, Israel había acusado a Irán de estar llevando a cabo un plan nuclear secreto, acusación que fue totalmente respaldada por Estados Unidos. Sin embargo, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU, que es el encargado de controlar que Irán se atenga al acuerdo, ratificó que el país persa estaba cumpliendo con su parte. “El informe del OIEA destaca que no hay indicios creíbles de actividades en Irán relevantes para el desarrollo de explosivos nucleares después de 2009”, había dicho el portavoz del organismo, Frederik Dahl, el pasado 1° de mayo. “Basado en este informe del director general, la Junta de Gobernadores (el órgano ejecutivo del OIEA) declaró que sus consideraciones en este asunto estaban cerradas”, recordó, a su vez, Dahl.