Argentina solicitará al Fondo Monetario Internacional un tradicional crédito stand by donde el desembolso de los fondos está supeditado al cumplimiento de un conjunto de condicionalidades. Reformas estructurales y reducción del déficit fiscal son algunas de las medidas a las que se comprometen los países que acceden a esas líneas. La entrega de los recursos se realiza en cuotas que dependen de una serie de revisiones realizadas por el staff del FMI. Las precisiones sobre el tipo de préstamo que busca conseguir el Gobierno llegaron desde la sede del organismo multilateral en Washington, adonde viajó el titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne. Finalizado el primer encuentro con el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, los funcionarios informaron que las negociaciones se extenderán, por lo menos, durante seis semanas. Iraq, Jamaica y Kenya son los únicos tres países del mundo que mantienen abiertas líneas stand by con el FMI.
Los créditos stand by permiten solicitar un monto equivalente a 4,3 veces la cuota del país en el FMI durante un período de tres años. Con esa regla Argentina podría solicitar hasta 20 mil millones de dólares. El Ministerio de Hacienda informó, sin embargo, que el país solicitará un “stand by de alto acceso”. Esa categoría no forma parte de los criterios de acceso utilizados por el FMI. Si el país no requiere un crédito “normal” podría acceder a uno “excepcional” donde los montos disponibles se amplían. “El FMI puede prestar fondos por encima de los límites normales según cada caso en el marco de su política de acceso excepcional, que implica un análisis más riguroso por parte del Directorio Ejecutivo del organismo”.
Ajuste fiscal y reformas estructurales son las condiciones que negocian los técnicos del organismo con los funcionarios de los países antes de proponerle el crédito al Directorio del Fondo. “Cuando un país solicita un préstamo al FMI, acuerda ajustar sus políticas económicas para superar los problemas que lo llevaron a tener que pedir financiamiento en primer lugar”, explica el organismo internacional al precisar que “estos compromisos, incluida la condicionalidad específica, se describen en la carta de intención del país miembro que a menudo contiene un memorando de políticas económicas y financieras”. Cuando se apruebe el acuerdo será el decimonoveno crédito stand by solicitado por el país en sesenta años. El primero lo solicitó el gobierno de facto de Eugenio Aramburu en diciembre de 1958. El último se había pedido en 2003 durante la presidencia de Eduardo Duhalde.