Hace exactamente una semana se dio a conocer un fallo escandaloso: Joe Lemonge, un varón trans reiteradamente atacado por tres vecinos en Santa Elena, Entre Ríos, fue condenado a más de 5 años de prisión por defenderse de uno de estos agresores en el momento en que intentaba ingresar a su domicilio. A comienzos de marzo, Abosex tomó cartas en este asunto que comenzó, aunque la Justicia se empeñe en ignorarlo, en 2016. Luciano Cicolella, integrante de esta agrupación, explica cómo se llegó a esta sentencia y cuáles serán, a partir de ahora, los pasos a seguir. “Se presentaron pruebas y testigos siempre en un contexto desfavorable para Joe. No se respetó su identidad de género. Algunos testigos a último momento declararon en su contra y se dio este fallo, al que se va a apelar. Joe afirma que lo suyo fue en legítima defensa, en un momento de hostigamiento. Era la tercera vez que estas personas querían entrar a su casa. Llegó a ese momento devastado. Esta situación le desarmó la vida. No hubo ningún acompañamiento estatal que le permitiera comunicarse con su defensor como corresponde, se lo notificó tarde”.
Los que a último momento declararon en su contra ¿eran testigos suyos y se le dieron vuelta?
–Los que aparecieron a favor de esta persona que lo acusó, hicieron un relato en contra de Joe. Él cree que hubo presiones, que fue intencional la forma en que se armó el discurso porque no cerraba. Un testigo que iba a declarar a favor suyo terminó siendo neutro.
Es como un segundo caso Higui…
–Es parecido. Pero acá la persona que atacó solo recibió una lesión por parte de Joe, que se arregló en el hospital, volvió a su casa en el mismo día. La persona que lo acusó, recordemos, es la que intentó lastimarlo y él se terminó defendiendo como pudo. Hay una lectura transfóbica, que invisibiliza el contexto. Hay un estándar internacional de DDHH pensado para la población trans para que la Justicia pueda leer los hechos de manera objetiva. Ni el Poder Ejecutivo, ni la Justicia, ni el municipio le facilitaron ayuda. Solo después del tercer ataque se le permitió hacer una exposición en la comisaría. Para que te des cuenta de la alevosía y la transfobia, uno de los argumentos del fiscal para subir la pena fue que como es una persona con capital simbólico (es profesor de inglés), sabía lo que hacía. Un caso similar podría ser el de Baby Etchecopar, pero fijate la diferencia…
¿Cómo sigue ahora?
–Vamos a seguir defendiendo que fue en legítima defensa. Estamos viendo cuál es la mejor estrategia para llegar hasta las últimas consecuencias, porque en el caso de que esto quede firme, marca un precedente terrible para la población trans. Se lo condenó a 5 años y 6 meses con la carátula de Tentativa de homicidio, pero como no está firme la sentencia, él no va a quedar todavía detenido y nosotros vamos acompañar a su defensor para que en una segunda instancia de apelación se pueda lograr un fallo a favor de Joe.