La salida por parte de Estados Unidos del pacto nuclear con Irán y el consecuente restablecimiento de las sanciones estadounidenses al país persa pone tanto a las empresas europeas que han apostado mucho en los negocios con Teherán, como a la economía iraní en una situación delicada. La presidencia francesa aseguró que los europeos harán todo lo posible para proteger los intereses de sus empresas en Irán. El intento por calmar las ansiedades de los empresarios europeos se produjo al día siguiente de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara el retiro del acuerdo nuclear con Irán y el restablecimiento de las sanciones de ese país contra la República Islámica.
El acuerdo, firmado en Viena en julio de 2015, levantaba una parte de las sanciones internacionales contra Teherán, lo que abrió a las empresas europeas nuevas perspectivas en ese prometedor mercado de alrededor 80 millones de habitantes. Airbus, Siemens, Total, PSA (Peugeot Citroen), Fincantieri, entre otras numerosas multinacionales lanzaron inmediatamente proyectos en Irán.
Los intercambios entre la Unión Europea y el país persa, valorados en 7.700 millones de euros en 2015, se triplicaron, hasta alcanzar los 21.000 millones de euros en 2017. Las exportaciones europeas despegaron: las de Alemania llegaron hasta 3.000 millones de euros en 2017. Lo mismo sucedió con las italianas, que se establecieron en 1.700 millones de euros. Las ventas francesas prácticamente se triplicaron entre 2015 y 2017, hasta 1.500 millones de euros.
No obstante, la decisión estadounidense pone en peligro estos proyectos. Washington dio un plazo de entre 90 a 180 días a las empresas para que finiquiten sus contratos con Irán y prohibió que se concluyan nuevos contratos. Caso contrario, Estados Unidos aplicaría sanciones. La Casa Blanca se basa en el principio de extraterritorialidad de las leyes estadounidenses, lo que permite a Washington sancionar a empresas extranjeras que trabajan con países bajo embargo si éstas tienen también vínculos comerciales con Estados Unidos o utilizan dólares en sus transacciones.
“Para las empresas europeas que tienen negocios en Estados Unidos, es imposible escapar de este gendarme mundial”, explicó Jacques Hogard, presidente de un gabinete de consejo internacional francés. “Se puede intentar esquivarlas, pero es imposible para las grandes empresas”, agregó.
La decisión de Trump pone en una situación difícil a varios grupos internacionales como Total que, junto al chino CNPC, firmó un acuerdo para invertir 5.000 millones de dólares en South Pars, un gigantesco yacimiento de gas iraní. Su director había dicho en abril que pediría una exención a las autoridades estadounidenses. Por su parte, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, indicó que se reunirá en los próximos con el secretario de Tesoro estadounidense Steve Mnuchin para analizar con él las posibilidades de evitar sanciones. En Alemania, la decisión del magnate neoyorquino también causó revuelo. Ayer, la industria alemana instó al Gobierno de la canciller, Angela Merkel, a respaldar sus intereses en Irán. “El empresario está preocupado ante la posibilidad de que sus negocios con Irán resulten perjudicados”, apuntó la Cámara del Comercio y la Industria Alemania en un comunicado.
En el texto se recuerda que las empresas europeas pueden verse afectadas, en caso de que sus socios iraníes queden incluidos en nuevas sanciones estadounidenses. Al respecto, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, indicó que desde el Ejecutivo se está analizando cómo y cuándo puede tener efecto el anuncio de Trump sobre las empresas alemanas o del resto de Europa. “Nuestro interés, y el de nuestros socios europeos, es mantenernos dentro del acuerdo. Además, Seibert insistió en la determinación de los socios europeos de dar una respuesta consensuada a la situación generada por la decisión del presidente estadounidense y se remitió, además, al comunicado conjunto emitido el martes por Berlín, París y Londres al respecto. “Nuestro interés, y el de nuestros socios europeos, es mantenernos dentro del acuerdo, siempre que Irán a su vez cumpla con sus compromisos”, indicó el portavoz.