Tres de los imputados en la megacausa por estafas inmobiliarias, que fueron trasladados a la cárcel de Piñero, presentaron un recurso de hábeas corpus para volver a sus celdas de la comisaría Sub 24, donde "tenían comodidades". Así lo confirmó ayer el abogado Jorge Bedouret, por la defensa del sindicalista Maximiliano González de Gaetano; quien presentó el escrito en la Oficina de Gestión Judicial (OGJ) junto con su par Carlos Varela, por la defensa del dueño de la clínica de implantes dentales, Marcelo Jaef; y el empresario Leandro "Lelo" Pérez. "Se ve perjudicada su situación carcelaria", protestó el letrado, que espera una audiencia oral en las próximas horas, antes de la feria.

Si bien los abogados negaron que sus clientes estuvieran en celdas VIP dentro de la seccional, reconocieron que tenían ciertas comodidades; mientras que en la nueva celda del pabellón E de Piñero "no tienen infraestructura, ni agua, ni nada", protestaron.

Jaef, Pérez y González de Gaetano, imputados por asociación ilícita, estafas y falsedades, estuvieron presos más de dos meses en la Sub 24, junto a otros dos implicados en la causa que tiene a once personas "de guante blanco" implicadas. Sin embargo, el traslado de detenidos en comisarías hacia penales, que está realizando el Ministerio de Seguridad provincial, no les fue favorable.

Según el escrito de los letrados, el lunes 26 de diciembre, "sorpresivamente" fueron trasladados de la Subcomisaría 24 al Sistema Penitenciario de la Provincia de Santa Fe a la Unidad Penitenciaria Nº 11 de la localidad de Piñero. "Ello ha configurado un supuesto de agravamiento de las condiciones de detención en que se cumple la privación de la libertad". Y aseguraron que el relato de los imputados les resultó "alarmante": "24 horas sin tomar agua, en situación de aislamiento, sin poder salir a la luz de sol y sin tener contacto con otros internos. Escasez de comida, empeoramiento de su estado de salud psiquiátrico con severos agravamientos momentáneos, acompañados por síntomas de hipertensión".

Para Bedouret "la situación en la que se encuentran constituye un trato inhumano y cruel, que está expresamente prohibido por mandato de la Constitución Nacional y diversos compromisos internacionales adoptados por el Estado".

En diálogo con Rosario/12, el abogado agregó: "Este traslado los perjudicó con respecto a la condición que tenían antes: estaban en un lugar con determinadas comodidades, y los mandaron a un pabellón de Piñero que no está terminado, que no debería estar habilitado. Son celdas individuales y no tienen con quién hablar, que es lo peor que le puede pasar a un preso. No tienen agua y otras cuestiones vitales".

Para Bedouret esta situación significa un empeoramiento de las condiciones de detención, a comparación con las comodidades que tenían en la Sub 24ª. "Tenían agua, un patio para charlar. Ahora lo más grave es que nadie les hable ya que están en calabozos individuales de 2 por 1,20 metros, con humedad y mucho calor. Es una situación inhumana, una tortura; no solo para ellos, sino para todos los detenidos de ese pabellón".

Sobre la versión de que tenían trato VIP en la seccional, Bedouret dijo que "no es del todo cierto: estaban en un calabozo todos juntos; al principio, hacinados (lo que provocó en su momento una discusión que terminó en traslados de algunos de los nueve presos); pero les permitían como en cualquier comisaría que la familia les lleve comida, bebidas. Esto pasa en cualquier comisaría, con cualquier detenido", dijo y negó privilegios.