Ver una hoja quemándose en el fuego es ver la transformación de esa hoja. Su forma cambia, su olor, su color. Pasa de ser una hoja naranja a ser pedazos grises, cenizas. Si tiro el miedo al fuego, ¿En qué se transformaría? ¿En valentía? ¿En libertad?
El miedo tomaría otra forma, quizá de tierra, y caminaríamos sobre él sabiendo que existe pero no nos controla.
Tiraría al fuego el miedo y me quedaría mirando cómo se deshacen los gritos ahogados de mis antepasados. Miraría cómo las ramas devoran todo lo que quise hacer y no hice por miedo, soplaría el fuego para que la llama queme las suposiciones que el miedo propone, disfrutaría ver el miedo ya como un recuerdo donde el presente solo se nutre de confianza, valentía y música. Mucha música, para bailar una danza ritual alrededor del fuego hasta que las piernas piensen que están caminando.
* Dramaturga y directora de Única, que se presenta los viernes a las 21 en Laboratorio Marte, Arévalo 1473, CABA.