Los principales líderes europeos se distanciaron ayer del presidente estadounidense, Donald Trump, a causa de las últimas decisiones del magnate: el abandono del pacto con Irán y los aranceles a la importación de acero. Francia advirtió que Europa no debería aceptar que Estados Unidos sea el policía económico del mundo y la canciller alemana, Angela Merkel, consideró que la decisión unilateral del mandatario de abandonar el acuerdo nuclear sacude la confianza en la cooperación dentro de la comunidad internacional. “¿Queremos ser vasallos que obedecen decisiones de Estados Unidos y se cuelgan del dobladillo de sus pantalones? ¿O queremos decir que tenemos nuestros intereses económicos, y que consideramos que seguiremos comerciando con Irán?”, se preguntó ayer el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, en la radio Europe-1. Además, el funcionario dijo que Europa no debería aceptar que Estados Unidos sea el policía económico del mundo.
Merkel, por su parte, afirmó que el anuncio de esta semana de Trump socavaba la confianza en el orden mundial, pero se mostró menos combativa que el gobierno francés y dijo que la salida de Estados Unidos del pacto no es razón para poner en entredicho la importancia del vínculo transatlántico. “No está bien cancelar de manera unilateral un pacto que fue aprobado unánimemente por el Consejo de Seguridad de la ONU. Eso disminuye la confianza en el orden internacional”, dijo la jefa de gobierno. “Este es un evento serio, tenemos que decirlo, pero no es razón para poner en cuestión toda la asociación transatlántica”, agregó Merkel durante un acto en la ciudad occidental alemana de Münster. Sin embargo, la canciller reconoció que es incierto hasta qué punto puede mantenerse vivo el acuerdo nuclear si una potencia económica gigante no forma parte de él.
Pese a la cautela de Merkel, su ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, aseguró que ni Alemania ni Europa se quedarán siempre de brazos cruzados ante Trump. “Estamos dispuestos a hablar, a negociar, pero donde sea necesario también a pelear por nuestras posiciones”, aseguró Mass en declaraciones al semanario alemán Der Spiegel. Desde Bruselas, la UE anunció ayer que los cancilleres de Irán, Francia, Reino Unido y Alemania se reunirán la semana que viene en la capital belga para discutir los siguientes pasos.
El presidente estadounidense argumentó, al salirse del pacto, que el acuerdo, que permitió un levantamiento de sanciones a cambio de limitaciones a las actividades nucleares de Irán, no era lo suficientemente restrictivo. En este contexto, los gobiernos europeos buscan formas de proteger miles de millones de dólares en comercio con Irán que podrían perderse debido a la decisión de Trump de volver a imponer sanciones económicas a Teherán y a cualquier país que negocie con el país persa. Como resultado, las compañías de todo el mundo deberán dejar de hacer negocios con Irán si no quieren ser penalizadas. Las sanciones no sólo imponen estas restricciones a las empresas estadounidenses, sino que impedirán a las compañías de otros países usar los bancos de Estados Unidos a menos que corten sus vínculos con Irán. Por ello, Le Maire propuso crear un cuerpo europeo que tenga los mismos poderes que el Departamento de Estado norteamericano para castigar a compañías extranjeras por sus prácticas comerciales.
Los otros dos firmantes del acuerdo, Rusia y China, también han prometido mantener el acuerdo, conocido técnicamente como JCPoA. Ayer, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y Merkel hablaron por teléfono y coincidieron en la importancia crucial de conservar el JCPoA para la seguridad internacional y regional, informó el Kremlin en un comunicado. Más tarde, el gobierno ruso anunció que Putin se reunirá con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con Merkel en los próximos días para evaluar la respuesta a la decisión de Trump.
En Irán, en tanto, miles de personas tomaron las calles en varias ciudades para protestar contra la decisión de Trump, que según los defensores del acuerdo nuclear podría derivar en un conflicto armado o en una carrera armamentista que profundicen la inestabilidad en Medio Oriente. Las tensiones militares entre Irán e Israel ya han recrudecido, y los precios del petróleo están en alza ante esta incertidumbre. Las compañías fabricantes de aviones Airbus y Boeing, petroleras y automotrices como las francesas Renault y Peugeot podrían ser las más afectadas.
La decisión de Trump es políticamente muy perjudicial para el presidente iraní, Hasan Rohani, ya que envalentona a los sectores ultraconservadores, que siempre habían dicho que Estados Unidos iba a violar el acuerdo. Estos sectores quieren una respuesta drástica, como reanudar el enriquecimiento de uranio o incluso prohibir las inspecciones nucleares de la ONU o retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear.