El austríaco Dominic Thiem consiguió mantener la concentración y el nivel de juego tras su gran victoria sobre el español Rafael Nadal y avanzó a la final del torneo de tenis de Madrid con un sólido triunfo sobre el sudafricano Kevin Anderson. Thiem se impuso por 6-4 y 6-2 para acceder por segundo año consecutivo a la final del Masters 1000 español y cortar su racha negativa ante Anderson, que lo había vencido en los seis enfrentamientos anteriores entre ambos. Ninguno de ellos, sin embargo, había sido sobre arcilla, superficie en la que Thiem es hoy posiblemente el mejor después de Nadal. “Para mí es extraordinario estar dos veces aquí en la final”, comentó el austríaco, séptimo del ranking mundial y quinto favorito en la Caja Mágica, quien jugará la final hoy frente al alemán Alexander Zverev, número tres del mundo, quien se impuso por 6-4 y 6-1 ante el canadiense Denis Shapovalov.
Después de dar el golpe en cuartos de final ante Nadal, el desafío para Thiem era poder mantener el excelente nivel exhibido un día atrás ante un rival de peligro como Anderson, octavo del ranking y sexto favorito en Madrid. El tenis está lleno de ejemplos de jugadores que se desmoronan después de haber bajado a un gran favorito. Pero no fue el caso del austríaco, que tomó desde el inicio las riendas del encuentro tras quebrar el potente servicio del sudafricano en el primer game.
Thiem mantuvo sin problemas su ventaja, aunque a la hora de servir para el set encadenó varios errores y quedó 0-40. Sin embargo, logró dar vuelta el game para llevarse el parcial con una derecha ganadora. Con ese impulso, Thiem tomó rápidas ventajas en el segundo set ante un Anderson que se desarmó. Y en un abrir y cerrar de ojos, el austríaco abrochó el encuentro.
“Le he jugado muchos slices y bolas altas para no darle ritmo. Ha sido clave ante un jugador como él”, dijo Thiem, que se siente otra vez con la confianza recuperada. “Los primeros partidos no tenía mucha confianza, pero todo cambió ahora. Espero poder lograr mi primer Masters 1000, aunque será duro ante cualquiera de los dos jóvenes que gane”.
A sus 24 años, Thiem buscará alzar hoy el décimo título de su carrera y el primero de Masters 1000. En su única final hasta ahora, cayó el año pasado ante Nadal en Madrid. Pero este domingo, sin el español del otro lado de la red, tendrá una mejor oportunidad.