@El directorio del Fondo Monetario Internacional se reunirá el viernes para conocer los detalles del programa solicitado por Argentina para intentar frenar la corrida cambiaria. El convite contará con la participación de funcionarios del Palacio de Hacienda que viajarán a Washington para comparecer ante los representantes de los distintos países. Voceros del organismo expresaron ayer que la conducción del FMI pretende “llegar a un rápido acuerdo en estas negociaciones”.
“Argentina tiene un tipo de cambio flotante, cuyo nivel es determinado por el mercado. Apoyamos plenamente esta política cambiaría. Las autoridades están comprometidas con este régimen de divisas como un punto clave del marco de metas de inflación”, expresó el FMI en un comunicado. Asimismo, los voceros del organismo señalaron que “el tipo de cambio debe seguir siendo determinado por las fuerzas del mercado, y el banco central continuará utilizando todas las herramientas de política que están a su disposición”.
El gobierno de Mauricio Macri solicitó a la mandamás del Fondo, Christine Lagarde, un crédito stand-by de alto acceso. El préstamo estará acompañado por las tradicionales exigencias en materia fiscal, externa, monetaria y laboral. La pretensión oficial es reunir más de 50.000 millones de dólares. Para lograrlo, el crédito del Fondo será complementado con financiamiento proveniente de bancos extranjeros y otros organismos multilaterales.
“El personal del FMI continúa el diálogo con las autoridades argentinas con el fin de lograr un programa respaldado por el Fondo. Nuestro objetivo común es llegar a un rápido acuerdo en estas negociaciones”, sostuvo el vocero del FMI al precisar que el encuentro del viernes será “una reunión informal que hace parte del proceso usual en el FMI de informar al Directorio Ejecutivo sobre negociaciones de programas de alto acceso”. Un crédito stand-by le permite al país acceder hasta 19.700 millones de dólares. Dentro de esa línea de préstamos, el Gobierno pretende acceder al programa de “alto acceso” que le permitiría financiarse de manera más acelerada e incluso sobrepasar esos límites.
Quienes escucharán al staff del FMI y a los funcionarios del Palacio de Hacienda son los 24 directores del organismo multilateral. A lo largo de las dos semanas que pasaron desde que Argentina anunció su vuelta al Fondo, el país recolectó el respaldo de Estados Unidos, China, Japón, España y Alemania. Si esas declaraciones se traducen en votos positivos en el directorio del FMI, el acuerdo será aprobado sin problemas. Las negociaciones suelen insumir hasta seis semanas, por lo que el flujo de fondos recién llegaría hacia mediados de junio. A lo largo de las próximas semanas las autoridades argentinas deberán presentar una carta de intención donde precisen cuáles son los “ajustes” y “reformas” que están dispuestos a impulsar para acceder a los desembolsos. Kenia, Irak y Jamaica son los únicos tres países del mundo que tienen acuerdos stand-by vigentes por un monto global que no supera los 5000 millones de dólares.
Además de anunciar que el caso argentino será abordado en tres días, los voceros del organismo multilateral intentaron despejar “rumores erróneos” vinculados a las exigencias previstas en materia cambiaria. “El FMI no establece condicionalidades para un nivel particular del tipo de cambio como parte de un programa y en este sentido no ha habido discusiones sobre un objetivo específico para el tipo de cambio”, indicaron desde el organismo. Incluso cuando el acuerdo no prevea elementos vinculados al mercado cambiario, las condicionalidades fiscales y monetarias impactarán sobre el tipo de cambio que, además, experimentó una violenta corrección alcista a lo largo de las últimas dos semanas.