“Argentina tendrá más inflación y menos crecimiento”, afirmó el titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne. A contramano del discurso oficial predominante que insiste con que la suba del tipo de cambio está desconectada de la evolución de los precios, el funcionario aseguró que “el gobierno sabe que la depreciación del peso golpea a la inflación”. Dujovne realizó esas declaraciones durante un encuentro con medios extranjeros en la Casa Rosada donde evitó dar precisiones pero sostuvo que “los fondos del FMI son para garantizar los planes del Gobierno”. El ministro estuvo acompañado por su par de Finanzas, Luis Caputo, quien consideró que “el mercado está poniendo a prueba el tipo de cambio” pero afirmó que “Argentina sigue teniendo acceso a los mercados de crédito”.
“La mejor manera de defender el crecimiento es evitar una crisis en la macroeconomía”, sostuvo Dujovne al sostener que “el tipo de cambio flotante ralentiza el proceso de desinflación”. Las perspectivas de precios no acompañan los deseos oficiales. Las consultoras privadas estiman que el IPC de mayo se ubicará entre 2,4 y 2,7 por ciento que arrojaría una inflación acumulada superior al 10 por ciento en cinco meses (ver aparte). “La desinflación continuará en cuanto se calmen los mercados”, prometió Dujovne.
Durante la conversación el funcionario eludió ofrecer precisiones sobre las negociaciones para acceder a un crédito del Fondo Monetario Internacional. “Espero que el diálogo mitigue la volatilidad del mercado de divisas”, expresó el funcionario para quien el préstamo “es para sostener los planes del gobierno”. A contramano de la explicación inicial para la crisis ofrecida por el equipo económico que apuntaba hacia factores como la suba de la tasa de interés estadounidense, el titular del Palacio de Hacienda afirmó que “Argentina no le atribuirá sus problemas internos a una situación externa”.
“Argentina busca revertir la volatilidad. Queremos eliminar la incertidumbre de nuestros pronósticos”, sostuvo el ministro Caputo al asegurar que el país sigue teniendo acceso a los mercados financieros internacionales. El funcionario consideró ayer que la cotización del dólar “se encuentra en un nivel razonable” y señaló que “los activos argentinos tienen valores atractivos”.
Durante el encuentro con agencias internacionales el ex Deutsche Bank expresó que “al mercado le gusta ver que los funcionarios públicos reaccionen”. En ese sentido aseguró que el país llega “bien posicionado al FMI”. Las reglas para los acuerdos stand-by habilitan al país a acceder a un crédito por hasta 19.700 millones de dólares durante tres años. El funcionario reconoció la semana pasada que el préstamo del organismo multilateral serán complementado con recursos del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
Durante una entrevista ofrecida la semana pasada el funcionario reveló que a los organismos multilaterales se sumarán “tres bancos” extranjeros que “nos ofrecieron líneas repo y seguramente también vamos a terminar acordando”. El financiamiento con entidades extranjeras forma parte de la estrategia oficial para abultar las reservas de manera transitoria. Existen además conversaciones informales con bancos centrales de otros países para evaluar la posibilidad de habilitar líneas de provisión de liquidez contingentes. El objetivo es lograr un salvavidas que supere los 30.000 mil millones de dólares.