El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó ayer contención ante la violenta situación que se vive en Gaza, donde decenas de palestinos murieron y más de 2000 resultaron heridos por fuego israelí en las protestas contra el traslado de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.

“Vemos una multiplicación de nuevos conflictos y los viejos conflictos parecen no morir nunca. Estoy particularmente preocupado hoy por las noticias de lo que está pasando en Gaza, con un elevado número de personas que han muerto”, dijo el portugués Guterres en Viena. Guterres hizo un llamamiento a una “necesaria contención” ante las noticias de que se mató a  un “número significativo” de personas. “Esta es una razón más para creer que necesitamos una solución política para la cuestión de Israel y Palestina. No hay plan B a una solución de dos Estados en la que los israelíes y los palestinos puedan vivir en paz” 

Mientras, Kuwait ayer anunció que está estudiando con otros países árabes solicitar una sesión urgente del Consejo de Seguridad del la ONU. “Hoy o mañana podríamos pedir una reunión de emergencia”, dijo el embajador kuwaití ante Naciones Unidas, Mansur Al Otaibi. 

El presidente boliviano, Evo Morales, escribió en su cuenta de Twitter que “Bolivia rechaza y condena de la manera más enérgica la apertura de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén. Nuevamente Estados Unidos viola el derecho internacional y encubre los crímenes del Estado de Israel. Trump destruye paz en Medio Oriente fomentando política armamentista de Israel”, afirmó. 

Por su lado, la Unión Europea (UE) hizo ayer un llamamiento a la contención para evitar una nueva escalada del conflicto en Medio Oriente.  “Todos esperamos la máxima contención para evitar más pérdidas de vidas”, dijo la encargada de la diplomacia del bloque, Federica Mogherini. 

Francia, a través de su canciller, Jean-Yves Le Drian, reclamó a Israel un uso de la fuerza “estrictamente proporcional” y recordó el derecho de los palestinos a manifestarse pacíficamente. También Alemania, a través de un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, exigió a Israel que respete el “principio de proporcionalidad”, pero además llamó a las autoridades palestinas de Gaza a “condenar la violencia”.

Mucho más allá fue Turquía, cuyo gobierno calificó de “masacre” la muerte de medio centenar de manifestantes palestinos en Gaza. “La Administración estadounidense tiene tanta responsabilidad en esta masacre como el gobierno de Israel”, dijo el vocero del gobierno turco, Bekir Bozda. “Hagan lo que hagan Estados Unidos e Israel, Turquía lo considerará inexistentes”, afirmó el vocero, tras indicar que el traslado de la embajada “llevará a más inquietud, falta de confianza, inestabilidad, enfrentamientos y crisis”. Agregó, que su país nunca reconocerá el traslado de la embajada estadounidense en Israel.

Sudáfrica, que durante el período del apartheid mantuvo las mejores relaciones con Israel, ejerció la hasta el momento la más dura forma de protesta. “Dada la grave e indiscriminada naturaleza del último ataque israelí, el Gobierno sudafricano ha decidido retirar al embajador Sisa Ngombane con efecto inmediato”, señaló el Departamento de Relaciones Internacionales en un comunicado. 

La cancillería de Egipto advirtió sobre las “consecuencias negativas de esta peligrosa escalada en los territorios palestinos ocupados”. La nota reiteró el apoyo egipcio a “los derechos legítimos del pueblo palestino, especialmente su derecho a establecer un estado independiente con capital en Jerusalén Este”. También repudió el uso de la fuerza contra “manifestaciones pacíficas” de “civiles palestinos indefensos”.