Muchas personalidades de Hollywood manifestaron a través de las redes sociales su inmensa tristeza por la doble pérdida de Debbie Reynolds y Carrie Fisher. El actor Albert Brooks, que trabajó junto a Reynolds en la comedia Mother (1996), escribió: “Debbie fue una leyenda. No puedo creer que esto pasó un día después de Carrie”. El periodista y conductor televisivo Larry King también hizo lo propio y dijo: “Reynolds era clase pura. Cariñosa, talentosa, hermosa. Siento pena por quien nunca tuvo la chance de conocerla”. Por su parte, la actriz Bette Midler aseguró: “Esto es demasiado difícil de comprender. Bella, talentosa y devota de su oficio, sigue a Carrie”. Otro de los que se manifestó al respecto fue William Shatner, que definió a la actriz como “una de los últimas integrantes de la realeza de Hollywood”. La muerte de Reynolds un día después de la de su hija Carrie, resultó sorprendente y reavivó las historias en torno a la particular relación que compartían. La inolvidable protagonista de Cantando bajo la lluvia (1952) estaba casada con su primer marido, el cantante Eddie Fisher, cuando en 1956 nació su hija Carrie, quien crecería en el agitado mundo del espectáculo en el que Reynolds era toda una estrella de los musicales. Los recuerdos que Carrie tenía de aquellos años no eran los mejores, y así lo manifestó en distintas ocasiones. En 2011, en una entrevista junto a su madre en el programa de Oprah Winfrey, explicó que su relación fue “volátil” y destacó que hubo un tiempo, cuando era joven, en el que quería tener “su propia vida” y “no ser la hija de...”. “Ser mi hija fue difícil para Carrie porque en la escuela el profesor la llamaba Debbie. Pero supongo que no estaba tan mal porque ahora yo soy la madre de la princesa Leia en cualquier sitio al que voy”, contrapuso Reynolds en esa misma charla. En su punto profesional más alto, Carrie también vivió momentos personales delicados asociados a su trastorno bipolar y a su adicción al alcohol y las drogas. Una época oscura que Reynolds recordaría después como el punto en el que su relación “tocó fondo”. “Creo que siempre fuimos abiertas y honestas y es por eso que no siempre nos llevamos bien en el pasado. Tuvimos discusiones y llegamos a puntos sin retorno, pero salimos de ahí queriéndonos la una a la otra”, afirmó Reynolds en una entrevista en 2010 en The New York Times.