Seis ex jefes de Estado o de gobierno de países europeos pidieron ayer que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril pasado bajo cargos de corrupción, pueda ser candidato a las elecciones presidenciales en su país. El pedido fue respaldado por el socialista francés Francois Hollande, los socialdemócratas italianos Massimo D’Alema, Romano Prodi y Enrico Letta, el socialista español José Luis Rodríguez Zapatero y el también socialista, el ex premier belga Elio di Rupo. “Llamamos solemnemente a que el presidente Lula pueda mañana presentarse libremente ante el sufragio del pueblo brasileño”, escribieron los líderes europeos.
Los seis repudiaron la “operación que cuestiona los principios de la democracia y el derecho de los pueblos a elegir a sus gobernantes” en un texto contra la prisión de Lula. El manifiesto, bajo el título “Llamamiento de Líderes Europeos en apoyo a Lula”, fue organizado por Jean-Pierre Bel, quien fue el enviado personal de Hollande para América Latina (2015-2017) y presidente del Senado francés (2011-2014).
Los dirigentes, todos del arco socialdemócrata, señalaron en la declaración que una eventual proscripción no puede justificarse en la “lucha legítima y necesaria contra la corrupción”, y recordaron que Lula es un “incansable artífice de la disminución de las desigualdades en Brasil, defensor de los pobres de su país”.
El manifiesto también expresa la “preocupación seria” de los ex gobernantes por la destitución de la presidencia Dilma Rousseff, sucesora de Lula, “democráticamente elegida por su pueblo y cuya integridad jamás ha sido puesta en entredicho”.
Finalmente, apela “solemnemente a que el presidente Lula pueda presentarse libremente ante el sufragio del pueblo brasileño”.
El líder de la izquierda brasileña, de 72 años, está recluido desde el 7 abril en una célula habilitada especialmente para él en la sede de la Policía Federal en Curitiba (sur), tras ser condenado a 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero.
Hasta ahora la posibilidad de que Lula se presente como candidato está en entredicho debido a que está condenado en segunda instancia, y su caso aún está esperando sentencia en el Supremo Tribunal, que aún no se ha pronunciado.
Lula, que fue dos veces presidente de Brasil (2003-2010) y es favorito en las encuestas para las elecciones de octubre, se declara inocente y afirma ser víctima de un complot de las élites para evitar que vuelva al poder.
El ex mandatario figura como líder en las encuestas para vencer en primera y segunda vuelta ante cualquier rival.