La crisis del sector nuclear continúa profundizándose. El jefe del departamento de Química Analítica, Roberto Servant, envió ayer un mail a todas las áreas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) para informar que por falta de gases comunes y especiales no están garantizados los análisis que lleva adelante el organismo con este tipo de insumos.
“A raíz de que la empresa proveedora de gases comunes y especiales ha dejado de entregar estos insumos por razones contables entre la CNEA y la firma Indura, informamos a los usuarios de los servicios analíticos que involucran el uso de gas que la aceptación de las muestras será condicional a que la técnica analítica posea todavía stock de gases remanentes. Las técnicas que hayan agotado su stock no podrán aceptar los requerimientos de análisis”, aseguró Servant. Las “razones contables” a las que se refiere el investigador es la deuda que CNEA mantiene con Indura, la firma de gases industriales propiedad de la multinacional estadounidense Air Products.
Los empleados más antiguos de la CNEA comentaron ayer a PáginaI12 que no recordaban una situación similar con la provisión de un insumo clave. De hecho, el propio Servant lo reconoció en su mail. “Lamentamos tener que informar sobre esta situación casi inédita y hacemos votos para la pronta solución del diferendo, que escapa a las posibilidades de nuestras capacidades”, aseguró. Por último, Servant señaló que “el resto de los sectores de investigación, Desarrollo y Servicios de la Gerencia Química también se encuentran afectados por esta situación, que ya va para dos meses de duración y en el mejor de los casos, están agotando las existencias”.
Otro dato que muestra la difícil situación que atraviesa el sector es el corte de la ruta 22 que todos los días vienen realizando los trabajadores de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de la localidad neuquina de Arroyito, quienes todavía no cobraron su sueldo de abril. Recién hoy recibirían 10.000 pesos y el resto sigue sin fecha. PIAP es controlada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), una sociedad entre la provincia de Neuquén (51 por ciento) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (49 por ciento). Allí se produce el agua pesada que modera y refrigera la reacción nuclear en centrales atómicas que utilizan uranio natural. La firma paralizó su producción a fines de mayo del año pasado por la falta de financiamiento estatal y todavía no está claro cuando retomará la actividad pues Nucleoeléctrica no le está comprando agua pesada para las tres centrales existentes y la construcción de la cuarta central sigue sin definición.