El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó ayer sanciones contra Rusia por los ciberataques para influir en la campaña electoral de los que acusa al país gobernado por Vladimir Putin. 

Entre las medidas adoptadas está la expulsión de 35 diplomáticosrusos, a los que declara personas non gratas. “Los pasos dados son una respuesta necesaria y apropiada a los esfuerzos para dañar los intereses de Estados Unidos violando normas de comportamiento establecidas internacionalmente”, aseguró Obama en un comunicado de la Casa Blanca. “Todos los estadounidenses deberían estar alarmados por las acciones de Rusia”, manifestó el mandatario, que firmó el miércoles la orden ejecutiva que contiene las medidas anunciadas ayer. 

Las sanciones, en cuya imposición están implicados el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado, abarcan tanto a entidades rusas como a nacionales de ese país e incluyen a los servicios de inteligencia interior (FSB) y militar (GRU). Además, se pide el cierre de dos instalaciones rusas, en Maryland y Nueva York, que son utilizadas por personal ruso con propósitos de inteligencia. El Departamento de Seguridad Interior y el FBI van a desclasificar también información técnica sobre la ciberactividad de los servicios de inteligencia rusos tanto civiles como militares, apuntó Obama en el comunicado.

“Este robo de información y esta divulgación de actividades sólo pudo ser dirigida desde los máximos líderes del gobierno ruso”, agregó el texto. Además Obama, prometió más medidas contra Rusia, algunas de ellas secretas. “Esas acciones no son la suma total de nuestra respuesta a las actividades agresivas de Rusia”, afirmó. “Continuaremos adoptando una serie de acciones en el momento y el lugar que elijamos, algunas de las cuales no se harán públicas”, subrayó el mandatario y agregó que su gobierno entregará al Congreso en los próximos días un informe sobre los esfuerzos de Rusia para interferir en las elecciones, así como sobre su actividad cibernética maliciosa relacionada con comicios previos.

Cuando le quedan poco más de 20 días para abandonar la Casa Blanca, Obama cumple así con las represalias contra Rusia que anunció recientemente con una claridad inusitada. El mandatario estadounidense y su gobierno acusan a Rusia de estar detrás de los ataques informáticos contra el Partido Demócrata y de haber interferido con ellos en la campaña de las elecciones presidenciales en las que el republicano Donald Trump venció a Hillary Clinton. Moscú ha rechazado las acusaciones. Wikileaks publicó en el verano estadounidense e-mails hackeados de miembros y trabajadores de la formación de Clinton y Obama. La CIA llegó a la conclusión de que Rusia interfirió premeditamente en los comicios mediante esos ciberataques para contribuir a la victoria de Trump.

Por su parte, consultado ayer por la noche en su propiedad de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, sobre las sanciones inminentes, Trump dijo: “Creo que debemos seguir con nuestras vidas. Creo que las computadoras han complicado la vida demasiado. Toda la era de la computadora lo ha hecho y nadie sabe exactamente lo que está pasando. Tenemos velocidad, tenemos muchas otras cosas, pero no estoy seguro de que tengamos el tipo de seguridad que necesitamos”. Las medidas anunciadas por Obama, estarían blindadas para que así Trump no pueda revertirlas fácilmente si así lo desea cuando llegue al poder, el próximo 20 de enero, según los medios. 

Por otro lado, ayer en una conferencia telefónica con medios de comunicación Sean Spicer, portavoz del equipo de transición de Trump,   pidió a la Casa Blanca que presente pruebas claras de una posible interferencia rusa en las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre. “Si Estados Unidos tiene pruebas claras de que alguien ha interferido en nuestras elecciones, debemos darlas a conocer”, dijo. Sobre las supuestas interferencias en las elecciones presidenciales y su influencia en los resultados electorales, Spicer subrayó que, políticamente, mucha gente de izquierda continúa socavando la legitimidad de la victoria de Trump, lo cual, afirmó que es desafortunado. 

Sin embargo, según el diario The New York Times, a pesar del ruido y las repercusiones políticas en torno al anuncio, no está claro cuánto efecto real puedan tener las sanciones, aunque van mucho más allá de las modestas sanciones impuestas contra Corea del Norte por su ataque a Sony Pictures Entertainment hace dos años. Muchos expertos aseguraron que a menos que la respuesta de la población sea lo suficientemente fuerte como para imponer un costo real al presidente Vladimir Putin, a su gobierno y a su gran aparato de inteligencia, tal vez no le afecte en sus actividades actividades. “Están preocupados por controlar las represalias”, dijo James A. Lewis, un ciber experto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.

Sin embargo, Rusia aseguró ayer que las sanciones impuestas por Estados Unidos por su supuesta injerencia en las elecciones presidenciales norteamericanas buscan impedir el restablecimiento de las relaciones bilaterales con la próxima Casa Blanca. “Esos pasos unilaterales persiguen el objetivo de perjudicar las relaciones y dificultar su restablecimiento en el futuro”, dijo Konstantin Dolgov, representante del Kremlim para Derechos Humanos, Democracia y Estado de Derecho. Por su parte, el portavoz del Kremlim, Dimitri Peskov, dijo que el presidentePutin, se reserva el derecho de responder a las decisiones estadounidenses con medidas de igual magnitud.