Damasco y Washington apoyaron el acuerdo entre Rusia y Turquía para un alto el fuego en Siria. Bashar al Assad (foto) conversó por teléfono con Vladimir Putin, su principal aliado internacional, a quien le comunicó su apoyo por la tregua alcanzada entre el Ejército y las milicias rebeldes, negociada por Moscú y Turquía, que comenzó a regir ayer. “Ambos dirigentes valoraron altamente los acuerdos alcanzados con mediación rusa y turca sobre el alto el fuego y la transición a un proceso político”, indicó el comunicado del Kremlin que difundió el apoyo de Al Assad al inicio en Astaná, Azerbaiyán, de las negociaciones para el arreglo pacífico en Siria y señaló que si el diálogo prospera, sería “un importante paso en el camino hacia la solución definitiva de la crisis”. Estados Unidos celebró el alto el fuego en Siria, hecho al que calificó como “acontecimiento positivo”, según el Departamento de Estado. El encargado de anunciar la firma del acuerdo fue Putin, quien afirmó ayer que ambas partes, oposición y gobierno, se comprometen a iniciar negociaciones de paz para que se solucione el conflicto.

Horas antes de que el Al Assad saludara las negociaciones en comunicación con el líder ruso, el Ejército sirio comunicó que brindaba su apoyo al cese del fuego en todo el territorio; al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa ruso informó que siete milicias rebeldes fueron incluidas en el acuerdo, algunas de ellas, islamistas: Faylaq Al-Sham, Ahrar al-Sham, Jaysh al-Islam, Suwar Agi Sham, Jaysh al-Mujahideen, Jaysh Idlib y Jabhat al-Shamiyah. 

En tanto que el Estado Islámico (EI) y el ex Frente al Nusra –antigua rama local de Al Qaida–, milicias insurgentes consideradas radicales por Moscú y Ankara, quedaron excluidas de la tregua negociada por las potencias. A lo largo de la jornada, el gobierno sirio y varias milicias rebeldes que pelean en ese país anunciaron su compromiso de mantener una nueva tregua en todo el territorio, a partir de la medianoche de ayer. 

Para el jefe de la diplomacia siria, Walid Mouallem, el acuerdo ofrece una verdadera oportunidad para llegar a una solución política.

A diferencia de lo que sucedió con ceses del fuego anteriores, esta vez Estados Unidos no participó de las tratativas, al menos públicamente. Según el ministro de Defensa ruso, Serghei Shoigu, los comandantes más influyentes de la oposición tomaron parte en las negociaciones, que duraron dos meses, y permitieron identificar el territorio controlado por los rebeldes. En una reunión en Moscú con los ministros de Exteriores y Defensa, Putin anunció la reducción de la presencia militar rusa en Siria, donde el Kremlin lanzó en septiembre de 2015 una campaña de ataques aéreos contra los grupos rebeldes que quieren derrocar a su aliado el presidente sirio Bashar Al Assad. “Estoy de acuerdo con la propuesta de Defensa sobre la reducción de nuestra presencia militar en Siria, teniendo en cuenta que, por supuesto, continuaremos la lucha contra el terrorismo internacional”, dijo Putin quince meses después del comienzo de la intervención militar. 

El presidente ruso aclaró que el Ejército ruso mantendrá su presencia tanto en la base aérea en la provincia costera siria de Latakia como en la instalación naval en el puerto de Tartús. En el encuentro televisado con sus ministros, Putin señaló, sobre el acuerdo, que se firmaron tres documentos: el primero entre el gobierno sirio y la oposición armada sobre el alto el fuego para el territorio sirio, otro sobre la puesta en marcha de medidas para controlar el respeto de la tregua y una declaración de la voluntad de las partes en conflicto de lanzar negociaciones de paz sobre la solución siria. El canciller ruso, Serguei Lavrov, informó que Egipto será invitado a participar en el proceso, y que Arabia Saudita, Qatar y Jordania podrían sumarse.

Rusia anunció además el comienzo de los preparativos de cara a las negociaciones de paz que comensarían en enero en Astana, capital de Kazajistán. “Comenzamos con turcos e iraníes a preparar el encuentro en Astana’’, indicó el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, sin precisar qué grupos de la oposición participarían en el díalogo ante los emisarios de Bashar al Assad y bajo patrocinio de Rusia, Turquía e Irán.

La reunión de Astana precederá a las negociaciones intersirias, bajo la égida de Naciones Unidas, que tendrán lugar el 8 de febrero en Ginebra.

Estados Unidos recibió con beneplácito el anuncio y expresó su deseo de que la tregua sea respetada por todas las partes del conficto. “Las informaciones relativas a un alto el fuego en la guerra civil en Siria representan una evolución positiva. Todo esfuerzo para parar la violencia, salvar vidas y crear condiciones para nuevas y productivas negociaciones políticas es bienvenido’’, reaccionó el portavoz de la diplomacia estadounidense, Mark Toner.

Recep Tayyip Erdogan saludó el acercamiento que busca poner fin a los seis años de conflicto. “De ninguna manera hay que dejar pasar esta oportunidad. Es una oportunidad histórica’’, dijo el presidente turco en conferencia de prensa desde Ankara.