El dólar cerró ayer a 24,91 pesos, con una suba de 12 centavos. El Banco Central volvió a ofrecer 5000 millones de dólares a un precio de 25 pesos. Pero no hubo demanda de divisas a ese valor por lo que la autoridad monetaria terminó la jornada sin intervención en la plaza cambiaria. Entre operadores de la city indicaron que, si bien el Central no participó, el Banco Nación tuvo un rol activo ofreciendo divisas. Esto genera pérdida de dólares para el Estado por más que no salgan directamente de las reservas.
El volumen operado fue de 901 millones de dólares, aumentando un 28 por ciento en relación con la jornada previa. La cotización mayorista terminó en 24,32, con un alza de 3 centavos. Este tipo de cambio con el que operan bancos, importadores, exportadores y grandes inversores alcanzó un máximo diario de 24,44 pesos en las primeras horas de la jornada, suba que fue moderándose con el correr de las horas. A media rueda había anotado un valor de 24,25 pero sobre el cierre de la jornada aparecieron órdenes de compra que volvieron a presionar la cotización.
Las presiones cambiarias empiezan a registrarse en toda la región y provocan tensión en el mercado interno, que se mostró más volátil que el resto de las economías vecinas. En Brasil el real se devaluó frente al dólar, en una tendencia que también siguió el peso uruguayo y otras monedas de Latinoamérica. La suba de la tasa de interés de Estados Unidos, a diferencia de 2017, empezó este año a generar una reversión en el flujo de los capitales desde economías emergentes hacia países desarrollados. Este es un riesgo sistémico que puede potenciarse en la medida que la Reserva Federal de Estados Unidos acelere el incremento de su tasa.
Las reservas internacionales del Banco Central se ubicaron ayer en 54.426 millones de dólares, con un aumento de 1993 millones. Esta suba, según explicaron en la autoridad monetaria, se debió al ingreso de divisas del extranjero vinculadas a la colocación de los bonos del Tesoro (Botes). Se trata de divisas que negoció el ministro de Finanzas, Luis Caputo, con fondos de inversión del extranjero para intentar frenar la corrida antes del vencimiento de las Lebac del martes pasado.
La evolución de las reservas en los últimos meses muestra que el Central no consigue embolsar divisas genuinas (es decir, generadas por la inversión extranjera productiva y por el superávit comercial). El único ingreso de dólares a las arcas de la entidad es por deuda colocada a los acreedores internacionales, lo cual potencia el desequilibrio estructural de la economía argentina. La autoridad monetaria debió desprenderse de casi 10 mil millones de dólares desde marzo de este año para intentar controlar la cotización del dólar y las divisas que le quedan son cada vez en mayor proporción deudas.
Las tasas de interés continuaron ayer en niveles elevadísimos en el mercado secundario. Las Lebac se negociaron con un rendimiento de 38,3 por ciento a 35 días y de 37,8 por ciento a 125 días. Estas tasas empiezan a generar preocupación en todos los sectores productivos, al afectar la actividad de la industria y los comercios. Los préstamos comerciales registraron fuertes subas y provocan la desaceleración tanto del consumo como de la inversión.
En lo que refiere al mercado de futuros, se negociaron niveles equivalentes a 830 millones de dólares, de los cuales el 70 por ciento se operó a mayo y junio, con contratos por 24,62 y 25,31 pesos. Esto arrojó tasas implícitas de devaluación anualizada de 32,2 y de 33,9 por ciento, respectivamente. A diferencia del miércoles, los contratos de corto plazo anotaron ayer suba de precios, un fenómeno que adelanta mayor presión para el dólar de contado.