Independiente pudo ganarlo, pero terminó empatando anoche 1-1 en Bogotá frente a Millonarios y sumó un punto clave para buscar el próximo jueves en Avellaneda frente a Deportivo Lara la victoria que le asegure su pasaje a los octavos de final de la Libertadores. El Rojo ocupa el segundo puesto del Grupo G, con siete puntos, detrás del ya clasificado Corinthians (10), que ayer goleó como visitante por 5-2 a los venezolanos. 

No la pasó bien Independiente en los primeros minutos del partido, porque Millonarios buscó insistentemente el arco de Campaña y eso obligó a los de Avellaneda a replegarse sobre su campo para aguantar la embestida. Fue bueno el trabajo defensivo de los dirigidos por Ariel Holan, quienes ya promediando la primera etapa tenían controlada la situación y comenzaban a buscar caminos ofensivos en jugadas de contraataque, aprovechando la velocidad de Verón y Brian Romero por las bandas, y la conexión entre Benítez y Gigliotti, el único punta, por la franja central.

Lo que le faltaba a Independiente era tener un poco más pelota, porque le quemaba y la perdía rápido en los tres cuartos. Por momentos, sus volantes se la sacaban de encima, como si sólo buscaran quitarle ritmo al partido, plancharlo, o acaso evitar un desgaste prematuro. Con tantas facilidades, lo extraño fue que Millonarios no encontrara la claridad como para que sus ataques fueran menos previsibles.  

Benítez intentó romper la monotonía con un remate a las manos del arquero a los 36; y a los 45, tras una jugada malograda de tiro de esquina, Domingo encontró la pelota en el medio y mandó un centro rápido y picante que Figal no llegó a conectar por poco. Si al cabo de la primera etapa el empate parecía ser justo, también lo era la idea de que las situaciones más claras de gol las habían tenido los de Avellaneda.

A poco de comenzar la segunda parte, Independiente armó su jugada de gol más clara en toda la noche, una buena combinación entre Figal y Verón, que metió el centro que Benítez y Gigliotti intentaron cabecear frente a la salida del arquero Fariñez. 

Sin embargo, la noche tuvo un cambio dramático para el Rojo tras una mano de Amorebieta dentro del área, a los 56. El capitán Cadavid ejecutó el penal con un duro remate a la izquierda de Campaña y así el equipo de Miguel Russo se encontró con la ventaja. El partido se tensó y las fricciones ganaron terreno. Aunque perdido por perdido, Independiente se adelantó unos metros en la cancha y se lanzó decididamente al ataque. Fue entonces que Gigliotti, con una definición espectacular, puso el 1-1 que le devolvió el alma a los hinchas del Rojo. Sobre el final, el Puma tuvo el gol para la victoria, pero Fariñez le tapó remate y en el rebote la tiró afuera.