Luego de la salida de Alfonso Prat-Gay del Ministerio de Hacienda, el presidente Mauricio Macri no descartó nuevos cambios en el Gabinete, como un aporte a la psicosis que se instaló entre sus ministros. “Siempre que haya la posibilidad de mejorar el equipo, se va a hacer. Mi único compromiso es con la gente. Si no tengo resultados, haré otros cambios”, aseguró. En el gabinete, se avecina una reestructuración para fusionar áreas y se menciona la posible salida del ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, y del secretario de Obras Públicas, Daniel Chain, entre otros.
“En este segundo año voy a pedirles más, porque los argentinos tienen que percibir que cada día vamos a estar mejor”, aseguró Macri sobre sus funcionarios. Sobre la salida de Prat-Gay, Macri sostuvo que “cuando alguien no se siente cómodo, resiente el trabajo en equipo. Alfonso ha sido un gran aporte al gobierno por su capacidad y por la vuelta de la Argentina al mundo”, destacó Macri desde su lugar de descanso en un barrio privado de Villa La Angostura. Pese a que resolvió tomarse dos semanas de vacaciones, el Presidente aclaró: “Yo nunca estoy de vacaciones. No hay sábados ni domingos. Estoy siempre conectado”.
En tanto, Macri aseguró que le pidió al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que comience a “poner un límite” a los piquetes a partir de enero. La discusión sobre quién debía cargar con el costo de la represión de las manifestaciones enfrentó todo este año al ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, con su par nacional, Patricia Bullrich. Las declaraciones de Macri de ayer no hicieron más que meterle presión al Gobierno porteño.
“Creo que hay más por hacer en los piquetes y en los temas de seguridad y narcotráfico que en los temas de economía. En economía avanzamos mucho más”, consideró Macri, quien destacó: “Estamos lejos de donde tenemos que llegar.”
“La gente tiene mucha razón. El piquete nunca tuvo razón de ser. Pero frente a un gobierno intolerante, que no abría mesas de diálogo, algún sentido tenía. Ahora no lo tiene más. Nuestro gobierno se sienta con todos los sectores”, aseguró el presidente. “El Gobierno nacional se ha hecho cargo de que eso no suceda en todas las rutas nacionales, en todas las federales”, destacó sobre el trabajo de la ministra Bullrich, antes de hacerle un reclamo al Gobierno de Larreta.
“El epicentro de los piquetes es en la Ciudad de Buenos Aires y lo he hablado con el jefe de Gobierno electo por los vecinos, y le he dicho que, realmente, en el 2017, los ciudadanos argentinos esperan un comportamiento distinto de su Gobierno de la Ciudad en términos de poner algún límite a lo que está pasando y a lo que pasó especialmente en diciembre”, remarcó el presidente. “Espero también que ese cambio se dé y lo trabajo con cada gobernador. La responsabilidad es de cada distrito”, indicó. Sobre el jefe de Gobierno, en particular, afirmó: “Confío en que Horacio está al tanto de lo que está pasando y que va a tener una propuesta diferente a partir de enero.”
Durante todo 2016, el Gobierno de Larreta se resistió a aplicar el protocolo antipiquetes diseñado por la ministra Bullrich. Tuvieron una puja constante por quién se responsabilizaría de reprimir. El jefe de Gobierno, con aspiraciones presidenciales, optó por no hacerlo. No obstante, en los últimos tiempos comenzó a advertir que habría cambios en esa política a partir del lanzamiento de la Policía de la Ciudad el primero de enero.
En el Ministerio de Seguridad porteño indicaron a este diario que “con la creación de la nueva policía vamos a trabajar en encontrar normas de entendimiento y de convivencia entre el derecho a circular y el derecho a manifestar”. “Se comenzará a trabajar desde el primero de enero y con el entrenamiento que recibieron los nuevos agentes, vamos a tener los elementos para comenzar a actuar para controlar los piquetes”, sostuvieron cerca de Ocampo. De todas formas, no se tratará de aplicar el protocolo de Bullrich que, como sostenían ayer en la Ciudad, “rige solo para fuerzas federales”.
Además de reclamar por la represión más efectiva de los piquetes, Macri abogó por una aplicación más generalizada de la prisión preventiva. Retomó el tópico de las “cárceles con puertas giratorias” y le pidió a los jueces “no estar siempre buscando la vuelta para disculpar al que delinque”. Se quejó de las “leyes para liberar al que delinquió”. “Ya hay jueces que han condenado en horas a los que agarran en el mismo momento. Esa es una herramienta”, aseguró sobre la flagrancia. De paso, Macri reclamó que se condene a los manifestantes de ATE. “Ahora tendrán que sufrir las consecuencias”, dijo. “Hay muchos que quieren volver a lo anterior, porque tienen miedo de perder sus privilegios”, remarcó Macri.