“Lo niego en forma terminante. No hay una sola pyme que haya cerrado por las tarifas. La energía incide entre el tres y el cinco por ciento de los costos. El 95 por ciento está en otras cosas”, dijo el ministro de Producción, Francisco Cabrera, durante un acto ayer en Córdoba. La negación de la crisis que está viviendo el sector manufacturero a partir de una política que estimula la especulación financiera en desmedro de la actividad real encendieron luces de alerta en el segmento pyme, el más castigado por el modelo Cambiemos. “Es llamativo y preocupante que un alto funcionario muestre semejante grado de desconocimiento sobre lo que ocurre en la realidad del entramado productivo nacional”, criticaron desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme). Los problemas de diagnóstico se reflejan en las medidas paliativas implementadas para el sector, en momentos en que el financiamiento, la principal herramienta de las pymes, es prácticamente inaccesible con una tasa de interés de política monetaria de 40 por ciento anual. La cartera de Producción y la AFIP anunciaron ayer medidas para empresa endeudadas y de logística para pymes con posibilidades de exportar.
Es una constante del oficialismo negar la realidad. Los funcionarios de Cambiemos no se rinden a la evidencia e imaginan un mundo paralelo en el que la apertura comercial, la suba de tasas de interés, los tarifazos y la desregulación financiera no afectan la actividad económica. En el caso de Cabrera, el negacionismo no es nuevo y no se aleja demasiado del que presentan otros funcionarios del gabinete. En 2016, en pleno desplome de la actividad económica, había asegurado que no había destrucción de empresas. “Algunas cierran y otras abren”, dijo entonces. De acuerdo con el Indec, hasta el tercer trimestre del año se contabilizaban 5147 empresas menos. Desde Apyme actualizan esa información y aseguran en un comunicado que en los últimos dos años y medio cerraron alrededor de 7500 pequeñas y medianas empresas.
En marzo pasado, Cabrera volvió a negar el impacto en la industria de la apertura comercial y amenazó con abrir aún más la importación para generar un shock de oferta que empuje hacia abajo los precios internos. “Hay un preconcepto viejo de pensar que Argentina compitiendo con otros países tiene que ser un país condenado a la exportación de productos primarios”, aseguraba el ministro. Ayer, previo a participar, junto al presidente Macri, de la Mesa de la Industria Automotriz en el complejo autopartista cordobés, reiteró su visión velada de la realidad y afirmó que las noticias de cierres de empresas son “un tema cultural”. “Los motivos de los males son otros. Las tarifas bajas desincentivaron la eficiencia energética”, aseveró el funcionario encargado de delinear políticas de estímulo a la industria. No obstante, para el ministro Cabrera, la función del Gobierno es dar “señales claras de precios y ayudar a financiar la reconversión de procesos”.
No se trata de una cuestión semántica. El negacionismo se refleja en las políticas implementadas. Mientras las pymes intentan subsistir al aumento de los costos y la caída de las ventas, Producción y AFIP anunciaron un paquete de medidas acordado con los grandes grupos económicos. “En función del trabajo articulado entre la Unión Industrial, la AFIP y el Ministerio de Producción, anunciaron medidas para mejorar la situación de las micro, pequeñas y medianas empresas”, se arrogó la entidad fabril. El anuncio fue realizado ayer por Cabrera, junto al titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, el secretario de Simplificación Productiva, Pedro Inchauspe, el jefe de Gabinete del Ministerio de Producción, Ignacio Pérez Riva, y el jefe de asesores del Ministro de Producción, Martín Etchegoyen. Contempla una serie de medidas orientadas a facilitar la forma de pago de embargos de empresas. El trámite será online y llevará solo 48 horas. Además, informaron la creación y ampliación de nuevos planes de pago para las pymes, en el marco del “Plan Permanente” (se establece un scoring del contribuyente, que permitirá definir el interés, las cuotas y el límite de cada de plan). Al Plan de Emergencia se incorpora la novedad de financiar aportes de la seguridad social hasta en 24 cuotas y las retenciones con un máximo de 6 pagos mensuales.
Por su parte, al Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici) lanzó un paquete de herramientas para facilitar la logística y distribución de productos argentinos en los principales mercados del mundo, Shanghái y Dubái en una primera etapa, a los que se sumarán seis mercados más a lo largo de 2018. Una de las iniciativas es una novedosa línea de créditos del BICE para financiar las exportaciones a Hubs logísticos para profundizar las ventas y mejorar la competitividad de las empresas. Pero las pymes tienen hoy otros problemas. Según un informe elaborado por el Area de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral, los precios de bienes y servicios regulados registra en mayo un crecimiento interanual de 39,3 por ciento y en lo que va del año ya acumula un 15 por ciento.
El Gobierno insiste en medidas pensadas para otro segmento empresario u otro escenario económico. “De las 853 mil pymes que existen, el 85 por ciento tiene menos de cinco empleados. Esto quiere decir que, por lo pequeñas, no tienen acceso al mercado de capitales”, aseguró el titular de Apyme, Eduardo Fernández. “Hay disminución de ventas, cortes en la cadena de pago y una enorme desesperación de empresarios. La incertidumbre es total porque se pateó la crisis para dentro de un mes y los mensajes que se dan desde los ministerios de Hacienda, Finanzas y el Banco Central son confusos”, argumentó Fernández.
Los dichos de Cabrera no sólo buscan teñir de “demasiado optimismo” la realidad, sino que pretende correr el eje de la discusión y hacer eje en la supuesta necesidad de reducir el costo laboral. “Se ve que el ministro no sólo desconoce la incidencia en los procesos productivos sino que niega que las tarifas están, en algunos casos, por encima de la escala superior de otro países. Acá se pagan tarifas más altas que en otros países”, dijo el directivo de Apyme. La entidad recitó los problemas de alta inflación, tasas de financiamiento entre 50 y 100 por ciento, insumos y tarifas dolarizados, entrada masiva de bienes importados, “enfriamiento” de la demanda y menor crecimiento. “No se puede ayudar a las pymes de espaldas a la realidad”, concluye el comunicado.