Desde Caracas
Todo está dispuesto para la realización de la elección presidencial.
Sin embargo, las calles de Caracas no parecen vivir el día previo a una jornada de alto impacto político pero, como ocurre en todo el mundo, las apariencias engañan. El oficialismo aspira a contar con una alta participación de electores y convoca a participar para defender la Revolución Bolivariana. Mientras tanto, la oposición más dura y violenta decidió no participar en los comicios y para deslegitimar el resultado llama a no votar abandonando a su suerte al candidato opositor Henri Falcón.
Aún así, Nicolás Maduro, recostado en la historia y los logros de la revolución más la férrea adhesión y militancia que cuenta entre los sectores más humildes de Venezuela, aspira hoy a continuar como presidente hasta 2025. Ayer, a través de un video chat realizado en su cuenta de Facebook, Maduro insistió con su llamado a participar electoralmente y reiteró su decisión de “abrir un gran diálogo de reconstrucción nacional y de reconciliación. Debemos hacer un acuerdo que nos permita recuperar la actividad económica. Tiene que ser un gran diálogo de perdón colectivo”.
La convocatoria del actual presidente no es nueva. La propuso en estos últimos días de campaña pero, si se quiere, bien puede ser considerada como una continuidad de la Mesa de Diálogo que se realizó en República Dominicana hasta los primeros meses de este año pero que la oposición se retiró de manera abrupta a pesar de que se había acordado el llamado anticipado de las elecciones presidenciales. “Ruego porque desaprendan a odiar como se lo inculcaron”, insistió Maduro en el anochecer venezolano a través de las redes sociales. “Dejen de odiar, nadie saca nada bueno del odio. Somos todos venezolanos”, dijo acompañado de su esposa Cilia Flores. Durante el video, el presidente respondió algunos comentarios que iban apareciendo mientras el hablaba. Incluso contestó los de aquellos que no eran adherentes al gobierno chavista.
Todos los pronósticos muestran a Maduro triunfante. Claro, eso se demostrará una vez que se sumen los votos que, según trascendió, se conocerán a través del Consejo Nacional Electoral (CNE) alrededor de las nueve de la noche de la Argentina. Otras versiones sostienen que eso ocurrirá alrededor de la medianoche de Venezuela.
En la desvencijada vereda opositora está Falcón, un hombre que supo estar dentro del chavismo pero que después se distanció con grandes polémicas. Pero este ex gobernador del estado de Lara lleva el peso de la condición de traidor al chavismo y la sospecha generalizada de los sectores más opositores como el partido Primero Justicia o Soy Venezuela, entre otros, que lo sindica como un candidato puesto por el gobierno para poder tener legitimidad en estos comicios. Falcón intentó despegarse de ambas caracaterizaciones y hoy se sabrá cuánto éxito tuvo con esta tarea. La propuesta del ex militar gira casi de manera exclusiva en resolver la crisis económica a través de la dolarización lisa y llana. Un plan que para muchos parece más que nada a apostar por un apocalipsis que resolver un problema que tiene a mal traer al gobierno de Maduro.
Sin duda que la situación económica es un fuego que acosa al gobierno chavista que de a poco le fue disminuyendo la intensidad. Y es que en el último tiempo a la inflación descontrolada y la devaluación de la moneda a favor del dólar se le sumó el desabastecimiento que bien podría caracterizárselo como programado. Ya que la falta de arroz, detergente, papel higiénico o pasta dental siempre fue acompañado por una intensa campaña a través de las redes sociales donde se amplificaba la escasez de esos elementos que luego el gobierno descubría acumulado en galpones de empresarios locales acumulaban para aportar al descrédito del gobierno pero también para beneficiarse de la suba de los precios.
El gobierno de Maduro saldó esta crisis a través de la aplicación de los Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) que permite a las familias hacerse de una cantidad de alimentos básicos a precios infinitamente inferiores a los del mercado. Estas cajas que se entregan cada tres semanas evitó lo que la oposición buscó denominar como “crisis humanitaria”. La inflación y el mercado cambiario es todavía una asignatura pendiente que, como el desabastecimiento, tiene un común denominador que es la injerencia extranjera desde los Estados Unidos que aplica una versión moderna de bloqueo que complica la puesta en marcha del aparato productivo en un país como Venezuela que es, fruto de los años de la riqueza que brindó el petróleo, culturamente importadora.
Marco Teruggi, sociólogo argentino radicado en Venezuela, considera que más allá de los problemas que tiene la economía venezolana Maduro continuará siendo presidente “A diferencia de otros procesos políticos en países de América Latina, el chavismo supo llegar a las bases, a los sectores populares donde se construyeron espacios de ejercicio de la democracia participativa y se apostó al desarrollo de la organización popular,” sostiene. Para Teruggi eso generó un base que hoy le permite al gobierno enfrentar los comicios a pesar de las angustias económicas pero también porque Maduro supo dar respuestas desde los institucional y político a una oposición que hoy se ve dividida y partida en más de un pedazo. Están los que no desprecian la herramienta electoral como Acción Democrática y Primero Justicia pero que defeccionaron por considerar que no están dadas las condiciones para participar o los más radicalizados de Soy Venezuela con María Corina Machado y Antonio
Ledezma que apuestan a que la crisis económica no solo haga saltar por los aires a Maduro sino que eso provoque la invasión extranjera para resolver los problemas de Venezuela. En este complejo escenario se realizarán hoy las elecciones.