Ya están los 23. Sampaoli hizo su elección. El plantel está definido. Queda por delante menos de un mes para que los seleccionados y el DT le den forma al equipo que lleve a la Argentina a la conquista de su tercera Copa Mundial.
La nómina de los convocados hace prever que el esquema táctico cambiará según el rival de turno. Es lo que sugiere la polifuncionalidad que pueden aportar varios de los incluidos en la lista. A saber, Ansaldi se desempeña como lateral tanto por izquierda como por derecha; Mercado puede jugar por la banda derecha, pero también ser zaguero central; un caso idéntico al de Rojo, aunque el jugador del Manchester United es zurdo y naturalmente se maneja por ese lateral. También estas son las características de Tagliafico, aunque el ex Independiente corre con desventaja para jugar como central por su baja estatura. Con estos nombres, el entrenador nacido en Casilda se asegura los recursos para defender con línea de 3 (como seguramente lo hará con los rivales a priori más accesibles, Islandia por ejemplo), de 4 (la preferida por los “históricos” de la Selección) o cualquiera de estas dos con libero (una función en la que tendría un rol relevante Mascherano). Llama la atención la inclusión de Acuña en la lista de defensores, ya que los mejores pasajes del ex Racing en Argentina y ahora en Portugal se dan en el mediocampo, con buenas apariciones en los tres cuartos.
Entre las características de los convocados para jugar en el mediocampo sólo hay dos volantes con vocación de marca: Mascherano y Biglia. Podría sumárseles Ever Banega, pero hace rato que el ex Boca cumple la función de organizador en los clubes europeos que lo cuentan en sus filas. Pavón, Di María, Meza, Lanzini, Lo Celso, Salvio tendrán que hacer un esfuerzo extra para aportar en el retroceso, y es de esperar que ese desgaste no anule el desequilibrio que se les reconoce en la faz ofensiva. Por otro lado, el repaso de los nombres lleva a pensar que la Selección será un equipo rápido en la mitad de la cancha, capaz de transiciones veloces en defensa-ataque y con habilidad de sobra para desequilibrar en el uno contra uno.
En la ofensiva los nombres son rutilantes. En las reconocidas virtudes de Messi descansan todas las ilusiones de repetir en Rusia los títulos del ‘78 y del ‘86. Mientras, Agüero e Higuaín tendrán una nueva oportunidad de ratificar en la Selección los antecedentes que aquilataron en sus clubes. De Dybala se espera que explote como uno de los postulantes al trono de rey del fútbol mundial que alguna vez dejará Messi.
La experiencia de Romero -va por su tercer Mundial- sin duda fue determinante para que tuviera su lugar en la lista, a pesar de su poca actividad como titular en clubes de ligas entre un Mundial y otro. Por su tardía participación en el proceso, Caballero se convirtió en una sorpresa postergando a Guzmán, quien siempre estuvo entre los convocados por Sampaoli. El arquero del Chelsea –medallista olímpico en Atenas 2004– convenció al entrenador por su ductilidad para jugar con los pies, lo que inclinó la balanza a su favor a pesar de sus pocos partidos como titular en la temporada y de los errores que cometió en el 6-1 ante España, en la última gira europea. Totalmente distinto es el caso de Armani. La gran actualidad del arquero de River lo impuso por sobre otras alternativas, haciendo añicos aquello de que el conocimiento con el grupo es tan o más importante que las condiciones futbolísticas. Armani pisará el predio de Ezeiza por primera vez en el inicio de la preparación para Rusia.