El poder de compra del salario mínimo medido en dólares se redujo un 34,8 por ciento en lo que va de la gestión Cambiemos, desde 589 a 384 dólares. Sólo durante este año ese indicador registra una caída del 27 por ciento. De este modo, Argentina pasó del primero al cuatro lugar en la región, detrás de Uruguay, Chile y Ecuador. “Administraciones de corte liberal propician procesos de reducción de salarios como herramienta para `tentar´ a capitales productivos”, analizó el Observatorio de Políticas Públicas de a Universidad de Avellaneda. Pronostica una inflación anual de hasta el 30 por ciento y caída del salario y de las ventas.
La corrida cambiaria y la fuerte devaluación desde fines de abril empeoraron el escenario macroeconómico para el resto del año. La brecha de unos 5 puntos entre la inflación observada y las metas del Banco Central que implicaban un nuevo deterioro del salario real hasta antes de la corrida se amplió a una diferencia de 10 puntos, lo que supone el desplome del poder de compra si es que no se reabren masivamente las paritarias. El deterioro del poder adquisitivo afecta a la producción local y con ello al empleo, por lo cual se espera una situación de estanflación.
“Cuando se produce una devaluación o depreciación del peso, en un contexto dado como el actual, la traslación a los precios locales está casi asegurada. Se trata de una enorme transferencia de riqueza de los sectores populares a los más concentrados de la economía”, explicó la Undav. El informe resalta el aumento de los precios internos de los bienes importados y de los productos con contenido importado, así como también los bienes exportables y de contenido exportable. Pero además, subraya que “una variable muy importante es la dolarización que se ha implementado de los combustibles y las tarifas de servicios públicos, dos componentes relevantes en la estructura de precios que mide el Indec”.
En noviembre de 2015, el salario mínimo en la Argentina era de 589 dólares, el mayor valor de la región. Lo seguía Ecuador (354 dólares), Chile (352), Uruguay (342), Paraguay (324) y Bolivia (240), entre otros. En Brasil, el sueldo mínimo en ese momento era de 203 dólares y en Venezuela, de 13 dólares. En la actualidad, el salario mínimo en la economía local se redujo un 34,8 por ciento hasta los 384 dólares, mientras que en todos los países vecinos (salvo en Venezuela) ese indicador subió en el período. De hecho, el salario promedio de la región avanzó un 7,9 por ciento en dólares. “Siendo nuestra región una de las más ávidas del mundo en materia de necesidades de financiamiento, la competencia por inversiones tiene efectos sobre los parámetros institucionales de competitividad: administraciones de corte liberal propician procesos de reducción de salarios como herramienta para `tentar´ a capitales productivos. Una de las secuelas perniciosas de este programa tiene que ver con el mercado interno: la reducción del poder adquisitivo, asociada a la erosión del salario real, impacta negativamente sobre el consumo interno y la producción”, dice la Undav.
El deterioro del sueldo mínimo en dólares en contra de la tendencia de la región está vinculado a la fuerte suba del dólar, desde la salida del cepo cambiario hasta la corrida de los últimos días. En relación a este último período de suba del dólar, el informe de la Undav refuta el relato del Gobierno acerca de las causas supuestamente ajenas de la crisis cambiaria. En el último mes, el dólar subió un 22,4 por ciento en la economía local, sólo superado en la región por Venezuela, en donde avanzó un 38,7 por ciento. En cambio, en Brasil la divisa avanzó un 6,3 por ciento, seguido de Uruguay (5,1), Chile (3,8), Colombia (2,1), Perú (0,9) y Paraguay (0,5), mientras que en Bolivia no se movió. La relativa estabilidad de la región frente a la alta volatilidad de la Argentina da cuenta de una crisis que tiene claros condimentos locales y que no se explica por la suba de la tasa de la Reserva Federal norteamericana. En lo que va del año, el aumento del dólar es del 33 por ciento.