”Estamos dando certidumbre a los mercados”, afirmó el ministro de Finanzas, Luis Caputo, al explicar los motivos del préstamo solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI) que llegará acompañado por las habituales exigencias en materia de ajuste del gasto público previstas en los programas del organismo multilateral. “La reacción es lo que los inversores y los empresarios más valoran”, indicó el funcionario al referirse al accionar del gobierno durante la corrida cambiaria. Durante la celebración del centenario de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (Amcham) donde compartió el escenario con el CEO de JP Morgan Argentina, Facundo Gómez Minujín, Caputo consideró necesario “mostrar certezas y garantías de que nosotros no nos vamos a desviar del camino, podemos discutir si más rápido o más despacio, pero no el camino”.

Funcionarios del Palacio de Hacienda viajaron anoche hacia Washington para retomar las negociaciones con el staff del organismo multilateral, que el viernes pasado tuvieron su puntapié inicial formal cuando la titular del Fondo, Christine Lagarde, presentó el caso argentino en el Directorio. El “stand-by de acceso excepcional” habilitaría un préstamo por más de 19.700 millones de dólares, que es el límite previsto para un crédito tradicional solicitado por Argentina. Para ese tipo de créditos, el FMI demanda que las políticas y reformas propuestas por el país a cambio de los recursos “ofrezcan una perspectiva razonablemente elevada de éxito, incluyendo no sólo el plan de ajuste sino también una capacidad política e institucional para llevar adelante ese ajuste”. Quienes viajaron ayer son dos colaboradores del ministro Dujovne: el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, y el Jefe de asesores de la cartera, Guido Sandleris. Las negociaciones se extenderán a lo largo del próximo mes.  

“Estamos recurriendo al FMI por responsabilidad. En Argentina no es muy común la anticipación de los problemas. Tenemos que dar certidumbre y certezas a la gente y a los mercados. Vamos a tener financiamiento, independientemente de lo que pase en el mundo y a las mejores tasas”, consideró Caputo, que reemplazó al nuevo ministro coordinador del área económica, Nicolás Dujovne, en el evento de la Amcham, donde expuso frente a cientos de directivos de empresas. “Tenemos que continuar con el camino emprendido desde la asunción del Presidente Macri, reforzar las instituciones y cumplir las metas de nuestro plan económico”, explicó el responsable de la cartera de Finanzas donde, según publicó ayer PáginaI12, el ciento por ciento de los funcionarios jerárquicos están directamente vinculados a compañías offshore radicadas en Islas Caimán, Delaware y Panamá. 

El último dato fiscal de la administración pública evidenció cuáles son los dos sectores que lideran el ajuste que ahora pretende acelerar el gobierno: las jubilaciones y la obra pública. “Cuanto antes removés las incertidumbres, menos impacto vas a generar en la economía real”, prometió Caputo, quien no hizo referencia al impacto de la corrida cambiaria sobre la inflación, el poder adquisitivo de los salarios o la disponibilidad de financiamiento de las pymes. La decisión oficial es profundizar el ajuste fiscal y así garantizar las condiciones de repago para los acreedores externos.  

“Nosotros tenemos que dar certezas que, independientemente del gobierno que esté, los argentinos no vamos a cambiar el camino, nuestras políticas. En este sentido, la oposición juega un rol importante”, expresó el funcionario al cuestionar la iniciativa para revertir los últimos tarifazos a la que el Poder Ejecutivo apuntó como uno de los disparadores de la corrida cambiaria. “Uno no tiene la bola de cristal, pero después de muchos años de estar en el mercado y ver lo que estaba pasando había una posibilidad cierta de que los mercados emergentes se pusieran más difíciles”, sostuvo Caputo para quien el gobierno habría anticipado los cambios en el panorama externo que expusieron las vulnerabilidades del programa económico.