La credibilidad de la gestión de Mauricio Macri al frente del Poder Ejecutivo desciende sin escalas. En el último semestre, el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) se redujo un 35 por ciento, precisó un estudio de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella. La evaluación general del gobierno de Cambiemos bajó un 15 por ciento en comparación con el mes anterior, tendencia que se repite en las distintas franjas etarias. Aún entre los optimistas que creen que la situación económica será mejor dentro de un año, el índice de confianza se redujo un nueve por ciento el último mes. Los mayores niveles de desconfianza se registran en el conurbano bonaerense y en particular entre quienes fueron víctimas de delitos durante el último año.
La Universidad Di Tella confecciona el ICG desde noviembre de 2001. Los últimos datos surgen de una encuesta telefónica a 1202 personas en cuarenta localidades de todo el país realizada por Poliarquía Consultores entre el 4 y el 15 de mayo. La medición, en una escala del 0 al 5, arrojó como resultado 1,94 puntos de confianza en el gobierno nacional. La cifra es las más baja desde que Macri asumió como presidente, implica un descenso del 6 por ciento con respecto a abril (2,07) y profundiza la tendencia negativa: en noviembre, luego del triunfo en las elecciones legislativas, era de 2,97, por lo que bajó un 35 por ciento en medio año. La Di Tella destaca que “más allá de los hechos notados en los meses previos que afectaron negativamente la confianza en el gobierno (denuncias de corrupción y/o conflicto de intereses, reforma previsional y laboral, aumento de tarifas, escalda inflacionaria), la última medición se realizó en el contexto de la reciente crisis cambiaria que depreció la moneda nacional en un 20% respecto al dólar”.
La merma de confianza se replica en la mayoría de los subíndices de mayo que registra la encuesta. La única excepción es “honestidad de los funcionarios”, que registró un aumento del 4 por ciento (2,89). La mayor caída se verificó en “evaluación general del gobierno” (1,39, que implica una caída del 15 por ciento respecto a abril). Le siguen “eficiencia en la administración del gasto público” (1,51) y “capacidad para resolver problemas del país” (2,26), ambos con una caída de 10 por ciento, y “preocupación por el interés general” (1,64 puntos), que cayó un 5 por ciento.
Más allá del descenso generalizado, el índice de confianza es mayor entre quienes viven en la Ciudad de Buenos Aires (2,18, aunque bajó un 13% en un mes) o en el interior del país (2,08), caída del 3%) con respecto al conurbano bonaerense (1,58, baja del 10%).
En la diferenciación por grupos erarios, el de mayores de 50 años sigue siendo el más confiado (2,22, bajó un 3%), con números similares entre quienes tienen entre 30 y 49 años (1,72, caída del 8,5%) o entre 19 y 29 años (1,74, caída del 8%).
El índice de confianza es mayor entre quienes alcanzaron la educación terciaria y/o universitaria (2,17, baja del 2%), disminuye entre quienes tienen educación secundaria (1,70, baja del 13%) y primaria (1,59, baja del 10% respecto a abril).
También es clara la diferencia entre quienes fueron víctimas (ellos o sus familiares) de delitos, con 1,27 de confianza (caída del 13,6%) y quienes no lo fueron: 2,16 puntos (6,5% menos que en abril).
Finalmente, la mayor confianza coincide con los entrevistados más optimistas, señalan los investigadores de la Di Tella en referencia a quienes creen que la situación económica de la Argentina será mejor dentro de un año. “Esta correlación es probablemente bidireccional: el optimismo sobre el futuro económico puede producir una mayor confianza en el gobierno, pero también es probable que una mayor confianza en el gobierno genere más optimismo sobre el futuro de la situación económica”, explican, y destacan un descenso del 9 por ciento inclusive entre quienes consideran que el panorama económico mejorará.