Al considerar la Formación de Activos Externos del Sector Privado no Financiero por tipo y tamaño de operación se observa un fuerte crecimiento de la compra de dólares de grandes jugadores. En noviembre las salidas brutas de dólares al exterior, por parte de 950 operadores con compras superiores a 2 millones de dólares totalizó 1019 millones. Desde el levantamiento de los controles cambiarios, los grandes jugadores ya se llevaron 8057 millones de dólares. Esta operación estaba excluida del mercado de cambios. 

Una de las primeras medidas de la Alianza Cambiemos cuando llegó al gobierno fue la eliminación de los controles del mercado de cambios. Según su interpretación, los controles cambiarios generaban un resultado opuesto al que la medida buscaba: los dólares se iban igual y el BCRA perdía reservas. Por el contrario, en un mercado unificado y sin intervención, la confianza en el valor determinado por la libre oferta y demanda no generaría incentivos contrarios a la dolarización de las carteras, reduciendo la demanda de divisas.

Sin embargo, y transcurridos ya 12 meses de la eliminación de los controles cambiarios, los resultados no fueron los esperados. Según estadísticas del BCRA sobre la Formación neta de Activos Externos (FAE) del Sector Privado no Financiero (el nombre técnico que tiene esta operación) totalizó de enero a noviembre de 2015 (previo a la eliminación de los controles cambiarios) 6494 millones de dólares, en tanto que para el periodo que va de diciembre de 2015 a noviembre de 2016 (luego de la eliminación de los controles cambiarios) la compra neta de dólares alcanzó los 13.970 millones dólares. En la comparación entre uno y otro período la salida de dólares del sistema financiero local se duplicó.

En particular, al considerar solo las salidas brutas por FAE, los volúmenes de compra de dólares fueron aún mayores. En este sentido, al considerar el detalle por tipo y tamaño de operación se observa la vuelta al mercado de los grandes jugadores. 

El movimiento por FAE tiene dos formatos, la compra de “dólares billete” o “dólares divisas”. El primero registra compras “cash” en la ventanilla del banco o que son depositados en caja de ahorro en dólares, en tanto que la segunda registra compras para envió de los dólares al exterior. 

Según informa el BCRA, las operaciones de dólares “billete” son realizadas por algo más de 703 mil personas que compran menos de 10.000 dólares por mes. Es decir, son compradores minoristas que utilizan el dólar como forma de ahorro. En cambio, las operaciones de dólares “divisas” son realizadas por apenas 950 clientes que en un 80 por ciento realizan compras de divisas mayores a los 2 millones. 

Esto es lo llamativo. Desde finales de 2011 casi no existía registro de este segundo tipo de operaciones ya que los controles cambiarios excluían las operaciones “dólares divisa”. En el caso de querer dólares debían recurrir al mercado financiero (“contado con liqui”) a un tipo de cambio mucho mayor. Desde el levantamiento de los controles los grandes se hicieron con 7536 millones de dólares para remitir al exterior sin un fin específico. Solo en Noviembre 2016 la compra bruta de “dólares divisa” alcanzó 1019 millones dólares.

Entonces, en este contexto, vuelve a tomar relevancia el debate sobre como contener la fuga de capitales. 

En primer lugar, esta la efectividad de la eliminación de los controles. Si para algo sirvió la desregulación es para “blanquear” ingresos de divisas (turismo, valorización financiera) pero de ningún modo contuvo la compra de dólares, sino que la incrementó fuertemente alcanzando mes a mes valores record. 

En segundo lugar, está la cuestión de los compradores. Por un lado, están los minoristas para los cuales la dolarización tiene un componente cultural y de resguardo de los ahorros en un contexto inflacionario que no se puede obviar. En este marco, el hecho de que no haya habido un vehículo de ahorro fácil y entendible que indexe automáticamente por inflación (plazos fijos ajustables por CER, por ejemplo) fue una cuestión pendiente que reforzó el perfil de compra de dólares en el pasado, más allá la brecha cambiaria. Por otro lado están los grandes jugadores, para los cuales la eliminación de los controles habilitó una ventanilla de compra a tipo de cambio oficial que antes no existía. En este sentido, la eliminación de los controles fue el principal aspecto negativo.

Por último, está la cuestión de cómo se garantizó la oferta de las divisas para un volumen de demanda adicional en un mercado desregulado. Y aquí aparece el vínculo histórico que en la Argentina tiene el endeudamiento externo. Tras el levantamiento de los controles cambiarios, la emisión de nueva deuda externa (neta del pago a los fondos buitre) totalizó 24.933 millones de dólares, un monto casi equivalente a la FAE y la remisión de utilidades de grandes empresas.

* Economista. IDAES/CONICET y C. C. de la Cooperación.

Egresos brutos de formación de activos externos del sector privado no financiero 

 

Según tipo de operación, en millones de dólares.

capitales  

fuga

  • Transcurridos ya 12 meses de la eliminación de los controles cambiarios, los resultados no fueron los esperados.
  • En este período, los grandes jugadores ya se llevaron 8057 millones de dólares.
  • En total, de diciembre de 2015 a noviembre de 2016, la compra neta de dólares alcanzó los 13.970 millones dólares. 
  • La salida de dólares del sistema financiero local se duplicó con la liberalización del mercado de cambio.
  • Las operaciones de dólares “billete” son realizadas por algo más de 703 mil personas que compran menos de 10.000 dólares por mes.
  • Las de dólares “divisas” son realizadas por apenas 950 clientes que en un 80 por ciento realizan compras  mayores a los 2 millones.