Un alto funcionario del FMI muere y llega a las puertas del cielo. San Pedro lo recibe y le pregunta: “¿qué ha hecho usted para merecer entrar aquí? El funcionario piensa por un momento y dice: “la semana pasada le di 25 centavos a un pobre en la calle”. San Pedro le pide al arcángel Gabriel que chequee la información. Unos minutos después Gabriel confirma el hecho. Entonces San Pedro le dice: “bueno, eso está bien, pero no es suficiente”. El hombre piensa un instante y agrega: “espere, hay algo más. Hace tres años también le di otros 25 centavos a un linyera”. Gabriel vuelve a chequearlo y comprueba que es cierto, pero San Pedro no queda conforme y le pregunta: “¿qué sugerís que hagamos con este tipo?”. Gabriel lo piensa un instante y responde: “devolvámosle los 50 centavos y mandémoslo al infierno”.