Desde Roma
“Soy abogado y como tal he defendido las causas de mucha gente. Ahora me propongo ser el abogado defensor del pueblo italiano. Lo haré con el máximo compromiso, sin límites y con la máxima responsabildiad”, dijo el flamante primer ministro italiano, Giuseppe Conte, pocos minutos después de recibir formalmente el encargo de formar el nuevo gobierno de Italia de parte del presidente de la República, Sergio Mattarella. El encuentro con Mattarella se realizó después que éste obtuvo de los líderes de la alianza de gobierno –el anti establishment Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la derechista Liga–, una confirmación sobre el candidato Conte, luego del escándalo desatado el martes sobre su currículum al que algunos acusaron de mentiroso.
Conte, 54 años, separado, un hijo, profesor de Derecho Privado en la Universidad de Florencia, colabora también con la universidad privada Luiss de Roma. No tiene experiencia política. Se acercó al M5E hace no mucho tiempo, trabajó en el programa de gobierno y por eso Di Maio lo propuso como primer ministro cuando tanto él como el líder de la Liga, Matteo Salvini, decidieron hacerse a un lado.
Ayer llegó al Palacio del Quirinale, sede de la presidencia, completamente sólo, en un taxi. El encuentro con el presidente Mattarella, a quien él no conocía personalmente, duró casi dos horas. “Con el presidente hemos hablado de esta fase dura y delicada que estamos atravesando. Y de los desafíos que me esperan y de los que soy consciente. Soy consciente también de la necesidad de confirmar la colocación europea e internacional de Italia”, agregó ante los periodistas una vez que dejó atrás las puerta de la sala del encuentro custodiada por los “corazzieri” –una suerte de granaderos italianos– en sus uniformes de gala.
Las palabras de Conte no estuvieron dirigidas sólo a los italianos sino también al mundo internacional, especialmente a los mercados, que han manifestado sus temores por la no formación de un gobierno después de 80 días de las elecciones. Y en este sentido recordó que su gobierno deberá ocuparse también de las negociaciones actualmente en curso en la Unión Europea sobre la reforma del derecho de asilo, el balance europeo y la unión bancaria. “Fuera de aquí, hay un país que justamente espera el nacimiento de un ejecutivo y espera respuestas. Lo que haremos nacer será el gobierno del cambio. El contrato sobre el que se funda este gobierno representa las expectativas de cambio de los ciudadanos italianos. Mi intención es dar vida a un gobierno que esté de parte de los ciudadanos y que tutele sus intereses”, concluyó sin responder las preguntas de la prensa.
En los próximos días deberá reunirse con los partidos de la alianza de gobierno que representa, pero también hacer consultas con otros partidos y los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado y presentar al presidente Mattarella el gabinete de ministros. El escándalo del currículum de Conte se montó sobre el hecho de que al parecer en ese currículum aparecían algunos datos un poco agrandados como una serie de cursos de perfeccionamiento que él habría hecho en distintas universidades como Pittsburg, Nueva York, París, Viena, etc. Pero en los archivos de varias de esas universidades su nombre nunca aparecía registrado, lo que despertó sospechas. Según Conte se trató de un malentendido porque él pasó por varias de esas universidades como “visiting professor” para hacer algunas investigaciones y como tal, los profesores no quedan registrados.
“¿El currículum de Conte? Ya no saben qué cosa inventarse contra un ciudadano honesto”, comentó el líder del M5E Luigi Di Maio. “Estamos listos para partir. Conte será independiente, no un mero ejecutante “, dijo por su parte Matteo Salvini de la Liga, respondiendo a todos los que piensan que se tratará de un gobierno “técnico” y no político, que hará lo que los líderes le indiquen. Dado que Conte no tiene ninguna experiencia política, es fácil pensar que pueda ser así. Escándalos aparte, algunos sondeos hechos para medios de difusión, hablan de que en los últimos 80 días, desde que se hicieron las elecciones de marzo, la Liga ha ganado adeptos llegando a crecer del 18 al 25 por ciento mientras el M5E habría bajado del 33 al 30. A su vez Forza Italia de Silvio Berlusconi habría bajado del 14 al 12 y el Partido Democrático, el más importante del centroizquierda, habría caido del 19 al 16 por ciento.
Lo que falta por hacer ahora será el gabinete de ministros. Los dos líderes ya se habían puesto de acuerdo sobre el equipo que querían pero algunas opiniones contrarias salieron a relucir en las últimas horas, sobre todo respecto al candidato para el ministerio de Economía. Centro fundamental para afrontar los problemas que padece el país, que todavía no se recupera completamente de la crisis económica del 2009 y que ha acumulado una deuda pública de 2,3 billones de euros, para este ministerio la alianza proponía a Paolo Savona, simpatizante de la Liga, economista, 82 años, un hombre con una larguísima experiencia en el mundo bancario italiano y que fuera ministro en el gobierno de Carlo Ciampi en 1993-94. Según anticipó el diario La Stampa de Turín, en un libro suyo que saldrá publicado próximamente, Savona llama al Euro una “cárcel alemana”, critica a Alemania por su poder económico en Europa y dice que hay que tener un “plan B” para salir del Euro si fuera necesario. Y esto podría no haberle gustado al presidente Mattarella, opuesto a la posición antieuropea de Savona, y que según los derechos que le asigna la Constitución italiana podría cuestionar a los ministros que le presente el premier en los próximos días.
Conte deberá presentar primero el gabinete al presidente Mattarella y luego deberá conseguir el visto bueno del Parlamento para poder empezar a trabajar. Si todo va bien, el nuevo gobierno podría estar en marcha tal vez en una semana.